La Fundación Miguel Indurain Fundazioa y la Asociación de Personas con Discapacidad de la Ribera (AMIMET) organizaron un coloquio en Tudela sobre deporte adaptado en el que participaron el ciclista Edu Santas, la atleta Izaskun Osés y la tiradora con arco Carmen Rubio. Los tres relataron cómo su discapacidad, lejos de detenerles, acrecentó su pasión por el deporte, y con trabajo han llegado a lo más alto en sus disciplinas.
Los éxitos les han convertido en referentes dentro del deporte adaptado, si bien no les termina de gustar el exceso de protagonismo, pero sí quieren ayudar a otras personasque tengan ilusión y ganas de practicar deporte, tal y como explicó Carmen Rubio: “Me puedo sentir referente por edad y porque he visto la evolución del tiro con arco, he visto crecer la Federación Navarra. No quiero ser referente por mi discapacidad. Quiero ser referente como mujer que me mantengo en la alta competición y sigo teniendo una ilusión y un objetivo. Quiero ser referente no solo para la gente joven, sino también para las mujeres y los hombres de 40 o 50 años que quieren hacer deporte y se sienten bien practicándolo”.
En este sentido, Edu Santas salió al paso de quienes no reconocen el esfuerzo que hay detrás de sus logros deportivos: “Por desconocimiento se puede pensar que es más fácil, pero cualquiera que esté en este mundo sabe que el deporte adaptado se ha profesionalizado a pasos agigantados en los últimos años hasta llegar a ser igual de complicado y competitivo que, por ejemplo en mi caso, el ciclismo convencional”.
También reivindicó más apoyo de las empresas: “A nosotros nos ayuda muchísimo la Fundación Indurain, pero echamos en falta más ayuda de las empresas. Creen que no somos ejemplos, que no visibilizamos nuestros deportes o que no somos referentes, pero desconocen que mi dedicación es la misma que la de cualquier otro profesional y, por tanto, que a mí también se me puede ayudar a tener un sustento en mi deporte”.
Izaskun Osés es una deportista nata y ama lo que hace, si bien es consciente de que no todo es fácil: “Para mí el deporte ha sido un modo de vida, pero el deporte de alta competición no ha sido tanta terapia. De hecho, ahora mismo estoy lesionada y me tengo que marcar los objetivos día a día. Mi primer objetivo es empezar a correr; el segundo, llegar bien al Campeonato del Mundo y después los Juegos Olímpicos de París a los que llegaré con 40 años”.