El Espanyol, con un gol de penalti de Joselu en el tiempo añadido después de que Ortiz Arias lo revisara, rescató un punto en Balaídos después de levantar un 2-0 al Celta de Vigo, que se había adelantado con goles de Aspas, al filo del descanso, y Gonçalo Paciencia.
El atacante gallego, por el que tanto suspiró Eduardo “Chacho” Coudet, se vengó de los dirigentes del Celta, que no apostaron firmemente por su regreso a Balaídos, pese a que el técnico argentino ya hablara con él.