Últimamente el Telediario de Televisión Española está tirando de originalidad para acercarse al espectador y quitarse esa etiqueta de informativo demasiado clásico y serio que se le suele colgar. Si hace unos días se emitía desde el escenario de la Feria del Libro madrileña, este martes ha sido todavía más espectacular.
El informativo ha comenzado en su decorado habitual y como siempre desde hace décadas con Ana Blanco al frente. Pero llegando al final, la periodista bilbaína se ha levantado y ha abandonado en directo el plató. El motivo es que se cumplen 40 años de la inauguración del Pirulí, como se conoce al edificio de RTVE en Madrid y que es un elemento imprescindible en el skyline de la capital, donde ya estaba antes de que la mayoría de los actuales rascacielos se construyeran.
Ana Blanco ha querido mostrar a los espectadores cómo es realmente el Pirulí y acabar con esa creencia de que los informativos se emiten desde ahí. "Hoy se cumplen 40 años de la inauguración del Pirulí, pero no todo el mundo conoce el trabajo que se hace en esta importante torre de comunicaciones de más de 220 metros, que está justo aquí al lado. Nuestra propuesta es subir y contarlo desde allí", ha comenzado.
Al entrar en la sala de control principal ha contado con el testimonio de Miguel, un trabajador que ha relatado a los telespectadores lo que desde allá hacen los 15 empleados. "Gestionamos señales que llegan y que distribuimos a otros puntos de la red. En el año 82 casi el 100% de las señales que pasaban eran de televisión. Hoy en día pasan centenares de señales de televisión y de radio, pero también muchas otras señales de datos, de comunicaciones, de servicios de emergencia... Ha cambiado muchísimo el volumen de información", explicaba, dejando claro la importancia de esa torre no sólo para RTVE.
Mientras daba paso a un vídeo, Ana Blanco ha subido a la llamada terraza del vértigo (conocida así porque caminan sobre una rejilla que deja ver la altura real), a lo más alto del Pirulí. "Son impresionantes las vistas desde aquí", afirmaba la periodista, antes de conocer que allí conviven con una pareja de halcones y de despedirse tomada con una cámara lejana que mostraba la impresionante altitud desde la que se encontraba informando.
Este final del Telediario ha sido muy aplaudido en las redes sociales por internautas que celebraban que por fin hayan podido conocer qué es realmente el Pirulí después de tantos años viéndolo y oyendo hablar de él.