El Estado español se encuentra en riesgo alto de sufrir un brote de rabia debido a la baja tasa de vacunación canina, según el Estudio Epidemiológico de rabia impulsado por MSD Animal Health en colaboración con el Instituto de Inmunología Clínica y Enfermedades Infecciosas (Grupo YNMUN Biomedicina), y el Departamento de Sanidad Animal de la Universidad de Córdoba.
Cada 28 de septiembre se celebra el Día de la Lucha frente a la Rabia en todo el mundo, una iniciativa creada y coordinada por la Alianza Global para el Control de la Rabia (GARC), y avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre esta zoonosis mortal y sobre la importancia de la vacunación para prevenirla.
Y es que, esta enfermedad afecta a más de 150 países y anualmente causa la muerte aproximadamente a 60.000 personas, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La Organización Mundial de la Salud Animal (OMSA) recomienda la vacunación de al menos el 70 por ciento de los perros en las zonas de riesgo para reducir a cero los casos en seres humanos.
La rabia, cuya tasa de mortalidad en el ser humano una vez manifestada la enfermedad es del 99 por ciento, está considerada como una enfermedad reemergente a nivel mundial debido a la aparición de nuevas variantes del virus que incrementan el número de reservorios.
Vacuna
"Los virus no conocen fronteras. Un porcentaje de inmunización menor del 70 por ciento no solo es un riesgo para la comunidad autónoma que decide no vacunar, sino que influye de forma igualmente notable en la inmunidad de población (inmunidad de rebaño) del resto del país", ha dicho el coautor del Estudio Epidemiológico de rabia, director del Instituto de Inmunología Clínica y Enfermedades Infecciosas (Grupo Ynmun Biomedicina) y coordinador internacional del ZEIG (Grupo de expertos en zoonosis y enfermedades infecciosas emergentes), Fernando Fariñas.
La OMS recomendó el 25 de julio de 1996 que el Estado no dejara de vacunar a los perros y gatos bajo ningún concepto. Sin embargo, durante los años 2019, 2020 y 2021 ha habido una frecuencia de vacunación canina frente a la rabia muy reducida, con una cobertura vacunal del 11,49 por ciento, 11,80 por ciento y 11,51 por ciento, respectivamente.
Esporádicamente aparecen casos localizados en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y, a juicio de los expertos, La cercanía geográfica con zonas donde la rabia es endémica y el movimiento de animales no vacunados que contactan con perros de aquellas zonas explican la aparición de estos casos. Además, durante 2022 la llegada de animales de compañía junto a refugiados procedentes de Ucrania, país donde la rabia es endémica, ha puesto en alerta a organizaciones como el Colegio Oficial de Veterinarios de Barcelona (COVB).
En el Estado son las comunidades autónomas las que deciden la estrategia de vacunación frente a la rabia, siendo en todas obligatoria excepto en Galicia, Euskadi y Cataluña. En el caso de Asturias la vacuna es obligatoria exclusivamente en perros potencialmente peligrosos.