El año llega a su final y, con él, los delegados de Euskadi en el exterior han regresado a tierras vascas con motivo de la proximidad de las fechas navideñas para participar en la tradicional reunión anual con el lehendakari. Iñigo Urkullu se reunió ayer con los seis representantes para escuchar cómo marcha el trabajo de cada delegación. Los delegados son personal adscrito a Lehendakaritza y este momento es el único en el que pueden compartir mesa con el jefe del Gobierno Vasco todos al mismo tiempo en una macrorreunión. Este encuentro, aunque es una tradición anual, llega en un momento en el que Urkullu quiere fortalecer la presencia de la marca vasca en el mundo, que a su vez vive una etapa dulce. En las últimas semanas se han producido hitos como la presentación de la nueva delegación en París, la puesta de largo del Tour 2023 que comenzará en Bilbao, o la proclamación de la capital vizcaina como sede del Secretariado de la ONU de la Coalición Local 2030. Además, se prevé abrir otras tres delegaciones más en Europa.
Pero esta hiperactividad y estos reconocimientos no están encontrando por ahora una correspondencia por parte del Estado español. Según fuentes de Lehendakaritza consultadas por este periódico, el Gobierno español aún no ha respondido a la propuesta de convocar la Comisión Bilateral de Asuntos Europeos para abordar la presencia de Euskadi en los consejos del Ecofin, que reúne a los ministros de Economía y Finanzas de los 27 países de la Unión Europea; el JAI, de Justicia y Asuntos de Interior; y el de Competitividad.
Esta propuesta la han esquivado durante una década los gobiernos de Mariano Rajoy y ahora el de Pedro Sánchez. La secretaria general de Acción Exterior, Marian Elorza, volvió a solicitar esta convocatoria al actual Gobierno español, aunque sigue sin ser atendida. En una primera respuesta, el Gobierno de Sánchez invitó al Ejecutivo vasco a esperar a las conclusiones de la Conferencia sobre el Futuro de Europa. La respuesta sorprendió a la parte vasca, porque esa Conferencia no debería condicionar la presencia de Euskadi, que es cuestión de voluntad política. Además, en cualquier caso, las conclusiones se conocieron hace semanas. El año se acaba sin novedades en este terreno.
La consejera de Autogobierno, Olatz Garamendi, también planteó esta reivindicación a la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, y al de Exteriores, José Manuel Albares, con el enganche de que Pedro Sánchez asumirá la presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea en el segundo semestre del próximo año. La intención declarada por el propio Gobierno español es implicar a las comunidades aunque, por ahora, ha optado por plasmar este propósito designando a varias ciudades, también vascas, como sede de las reuniones europeas. La presencia de las instituciones vascas en Europa forma parte del acuerdo de investidura del PNV con Sánchez, y encuentra anclaje en la singularidad vasca: por ejemplo, a la hora de defender la presencia en el Pleno del Ecofin, Euskadi argumenta que cuenta con haciendas propias. Euskadi solo participa en los grupos de trabajo del Ecofin que elaboran los informes previos.