El euríbor continúa imparable. Llevábamos muchos meses en negativo pero en abril llegó el cambio y ahora mismo el principal indicador para calcular las hipotecas ha vuelto al signo positivo. Mayo se ha cerrado en el 0,3%. Esto supondrá un alza en las hipotecas, Así, una hipoteca que se revise ahora con la referencia del euríbor de mayo subirá en unos 40 euros al mes, casi 500 euros anuales.
El euríbor, que en diciembre marcó un mínimo histórico negativo del -0,5%, ha virado hasta el 0,29%. ¿Qué supone? Para una hipoteca media de 150.000 euros a 20 años que se revise anualmente y tenga un diferencial del 1%, la cuota mensual pasa de los 658 euros hasta los 708. Eso significa un encarecimiento de 50 euros, que al año suman unos 600.
Pero, ¿qué va a pasar en los próximos meses? Los pronósticos apuntan a que la tendencia al alza se consolidará ante el giro dado por el Banco Central Europeo (BCE), que ya ha anticipado subidas de los tipos oficiales de interés ante el desbordamiento de la inflación. De confirmarse, Los expertos estiman que al ritmo actual el euríbor puede terminar el año cerca del 1%. En ese caso, los créditos a la vivienda subirían en algo más de 100 euros al mes en diciembre. La cuenta es sencilla: la carga hipotecaria anual de las familias aumentaría en unos 1.300 euros.
El indicador hipotecario ha ido evolucionando al ritmo que le marcaba el BCE y la entidad prevé que el mes que viene es el momento oportuno para acometer la primera subida de los tipos de interés de la zona euro en más de una década. Se espera que sea un incremento del 0,25%, al que se sumaría un segundo aumento de la misma cuantía en septiembre.
La inflación, que en mayo escaló a un récord histórico del 8,1% en la zona euro –8,7% en España–, está metiendo presión al BCE para poner fin a su política expansiva. Previsiblemente, este encarecimiento de las hipotecas a tipo variable seguirá aumentando.
La subida del euríbor está llevando a los bancos a cambiar de forma acelerada su estrategia y abandonar su apuesta por los tipos fijos. Las entidades financieras están encareciendo sus ofertas de tipo fijo.