Las formas de pago de los ciudadanos están cambiando constantemente. El dinero en efectivo está dejando paso a las tarjetas de crédito y débito, los pagos con el móvil, los monederos electrónicos, las transferencias rápidas tipo Bizum, etc.
Lo digital está comiendo terreno a lo real y por ello, e impulsado por el notable auge de las criptodivisas el propio Banco Central Europeo está impulsando la creación de un euro digital y cada vez está más cerca de ser una realidad.
Lo que pretende el regulador europeo es dotarse de una criptodivisa, legal, regulada, efectiva, rápida, práctica y ágil. El proyecto del euro digital va a facilitar el envío de dinero a escala mundial y en un entorno totalmente digitalizado.
Su creación abrirá un gran abanico de posibilidades en cuanto a pagos y cobros. El euro digital permitirá también a un comercio digitalizar programar el pago diario a sus proveedores según el consumo que haya habido ese día. O un trabajador podrá elegir también si quiere recibir su nómina con pago diario, semanal, quincenal o mensual, sin que suponga más trabajo para la empresa.
Será una moneda distinta al euro físico que conocemos hoy en día, y durante un periodo presumiblememente largo convivirán ambos sistemas: el euro físico y la moneda digital en euro. A pesar de ser monedas distintas ambas son monedas de curso legal y están respaldas por el BCE. Además, van a cotizar a la par, lo que implica que su valor va a ser exactamente el mismo.
El último paso dado hacia la instauración de la nueva moneda y que pretende ser el embrión del euro digital que está diseñando el Banco Central Europeo lo ha dado el Banco de España. El organismo ha autorizado a la firma tecnológica Monei a emitir sus euros digitales como prueba piloto.
De momento será para operaciones sólo en España y a él podrán acceder un número limitado de personas para probar su funcionamiento en una fase que durará entre 6 y 12 meses.
El funcionamiento de la aplicación Monei es muy sencillo. Para conseguir los euros digitales, el usuario tiene que facilitar su número de teléfono, cotejar su identidad mediante identificación por vídeo, y cargar el monedero con euros reales a través de Bizum.
De forma automática, la aplicación crea tantos euros digitales como euros reales ha depositado el usuario y los podrá enviar al resto de particulares o empresas registradas. El dinero estará custodiado en dos cuentas de salvaguarda de BBVA y CaixaBank y se podrá canjear por euros físicos en cualquier momento. La compañía detalla que siempre existirá el mismo número de euros digitales que euros que los respaldan.
El BCE ha diseñado la puesta en marcha el proyecto del euro digital en dos fases. En una primera, que finalizará en 2023, analizará cuestiones clave relacionadas con el diseño y la distribución de la divisa. Tras esa fase, arrancará un periodo de implementación, que se alargará posiblemente hasta 2026, por lo que el euro digital no se lanzaría como pronto hasta entonces.
El BCE tiene pretende que el nuevo euro digital sea un medio de pago, y no una forma de inversión, para evitar la especulación y salvaguardar la estabilidad financiera de la zona euro.