El jueves se celebraron los 30 años de vida del Euskaltel-Euskadi mediante el preestreno de un documental (se podrá ver el domingo 6 de octubre a las 19.40 horas en EITB y estará disponible en la plataforma de streaming en euskera PRIMERAN) que refleja la pasión de Euskal Herria por el ciclismo.
Se titula Marea Naranja. Ese es el color del corazón de la afición vasca, simboliza esa fusión entre el sueño y la realidad. El festejo de esas tres décadas quiere continuar en los próximos años.
Ese es el reto de la Fundación Euskadi. Las siguientes semanas se antojan decisivas para fortalecer el proyecto. Las mejores victorias no siempre se celebran alzando los brazos y agitando el champán.
Algunas de ellas se concretan con un apretón de manos y una firma. Ese es el logro que pretende la Fundación Euskadi, inmersa en la renovación del patrocinio con Euskaltel.
Según ha podido saber este periódico las negociaciones están muy avanzadas y ambas partes están dispuestas a continuar de la mano la aventura en el ciclismo. En principio, el nuevo vínculo tendría tres años de duración. Esa es al menos la idea que se maneja y en la que ambas partes están de acuerdo.
El acuerdo es inminente, también a lo que la inversión de la empresa de telefonía hace referencia. En principio, el nuevo vínculo, si todo cristaliza, tendría tres años de vigencia (si bien el 2025 está garantizado por una cláusula).
Fortalecer el proyecto
Si la estructura deportiva quiere fortalecerse en un ciclismo cada vez más exigente, donde los puntos UCI son el vellocino de oro y el pasaporte para competir en las grandes carreras, se necesita una mayor inversión para poder retener, en lo posible, el talento propio y poder fichar a ciclistas con proyección que hagan crecer a la estructura en un ecosistema inflacionista a base de puntos.
Componentes del Euskaltel-Euskadi, durante la Vuelta.
Estar entre los 30 mejores equipos del ranking UCI es imprescindible para poder optar a las invitaciones de las mejores carreras. En ese aspecto, la hoja de ruta de la formación vasca es clara. Se quiere consolidar el proyecto, hacerlo crecer, pero siempre con sentido.
Las incorporaciones al plantel, que probablemente sea de 20 ciclistas, están muy avanzadas. También se ha establecido la columna vertebral del equipo para los siguientes cursos con las renovaciones de algunos de sus hombres fuertes.
Ampliar los apoyos
En ese camino por una reformulación, la Fundación Euskadi ha logrado atraer el apoyo del Gobierno vasco, las Diputaciones y que una firma del calado de Kutxabank se haya incorporado al proyecto. Esa es la otra gran columna para sostener una estructura que perderá a Orbea.
La empresa de bicicletas anunció su desvinculación de la Fundación Euskadi la pasada semana en una movimiento inesperado pero que los rectores de la Fundación conocían desde junio, cuando se les trasladó la decisión.
La ruptura con Orbea, firme la unión durante tres décadas y con una carga simbólica evidente, obliga a la Fundación Euskadi a obtener otro esponsor técnico que suministre las monturas, que no solo deben cubrir al Euskaltel-Euskadi, también al Laboral Kutxa femenino y al amateur.
Sustituto de Orbea
Aún se desconoce quién será el sustituto de Orbea, –se especula que está adquiriendo peso la opción de Van Rysel después de negociar con BH–que tiene su huella competitiva cubierto con el Lotto belga.
La idea de Orbea es tener más presencia en la movilidad urbana. Para la firma de bicicletas es una prioridad tener impacto en el ámbito social y en la cultura de la bici.
Eso separó el camino con la Fundación Euskadi, más centrada en el aspecto deportivo y competitivo, una vertiente que tomó más relevancia después de unos meses convulsos que obligaron a la reestructuración y replanteamiento de la Fundación Euskadi.
Femenino y cantera
Reconfigurada la Fundación Euskadi, lo urgente y también lo importante es dotar de estabilidad a un proyecto que necesita impulso para los retos que exige el nuevo ciclismo a través del Euskaltel-Euskadi, mascarón de proa de una estructura con el Laboral Kutxa despuntando en el ciclismo femenino y el Laboral Kutxa aficionado abasteciendo al Euskatel-Euskadi a través del trabajo de cantera.
Para que la cadena continúe empujando y el equipo naranja ruede, las próximas semanas se antojan cruciales. La sintonía entre las ambas partes indica que las negociaciones alcanzarán la meta deseada, pero aún resta un último y definitivo impulso y el tiempo apremia.
No habrá nada que celebrar hasta que se cruce la línea de meta, que no es otra que ampliar y mejorar la unión de dos firmas que caminan juntos durante más de dos décadas. Sería la mejor de las victorias para el ciclismo vasco. El Euskaltel-Euskadi aclara el horizonte.