El sol, estupendo, el friso azul del cielo, limpio, sin huellas de nubes, la primavera espléndida, ha arropado en la sede central de Euskaltel, en Derio, la presentación del Euskaltel-Euskadi que será en la Itzulia, el Tour de los vascos. “Para nosotros la Itzulia es la carrera de casa, la más importante. La más sentimental porque es nuestra carrera”, dice la voz de Jorge Azanza, responsable deportivo de la escuadra naranja. Azanza fue ciclista en la era dorada del Euskaltel-Euskadi, que mantiene el pulso vivo desde una posición más humilde, pero apasionada. El deseo permanece intacto. Naranja intenso. El color del ciclismo vasco. Un pálpito vibrante.
La escuadra naranja es el pueblo que le empuja, la de la marea naranja, símbolo, icono y acontecimiento sociológico que vertebra a una formación que partirá repleta de ilusión a la travesía de la Itzulia. La competición amanece el próximo lunes en Gasteiz y concluirá seis días después en Eibar. La esperanza en cada pedalada.
“La idea es ser protagonistas y salir a morder siendo muy conscientes de lo que somos y de dónde estamos. No se pueden prometer imposibles, pero sí que lo daremos todo”, asume Azanza. “Es la carrera del año para nosotros, pero cada vez es más difícil sobresalir. Nuestra idea es ir creciendo poco a poco”, defiende Iñaki Isasi, presidente de la Fundación Euskadi.
En el discurso del responsable deportivo del Euskaltel-Euskadi se mezcla la realidad, siempre tozuda, con la imaginación y la poesía de los rebeldes. “Lucharemos por estar lo más arriba posible y por actitud y ganas no va a ser, pero hay que saber cuál es la realidad. Nos podemos quedar en la nostalgia o pensar en hacerlo lo mejor posible con lo que tenemos”, destaca Azanza sobre una carrera, la Itzulia, “que será tan difícil como siempre, porque la Itzulia siempre lo es. Se va muy rápido, el nivel del ciclismo es cada vez más alto y exigente. No solo por el recorrido, muy exigente y que siempre cuenta con alguna trampa. El nivel de los ciclistas que hay es altísimo. Están prácticamente los mejores ciclistas del mundo”.
Un equipo compensado
En el ciclismo de la globalización, el que se define a través de los puntos UCI y que ha obligado a la reformulación del Euskaltel-Euskadi, con cinco extranjeros en el plantel, la escuadra vasca alineará en la Itzulia a un equipo compuesto por siete ciclistas vascos. “Es un equipo bonito y compensado que buscará ser protagonista en carrera”, según Azanza. La escuadra la formarán Ander Ganzabal (debutante), Mikel Bizkarra, Gotzon Martín, Txomin Juaristi, Iker Mintegi, Jon Aberasturi, Xabier Isasa.
“Ellos serán los siete valientes que representarán a Euskaltel-Euskadi en nuestra carrera por antonomasia. Para nosotros la Itzulia es el hito de la temporada. Representaremos al equipo con orgullo, pasión y esfuerzo”, expone Jon Ander de las Fuentes, presidente de la compañía de telefonía, patrocinadora principal de la formación. Gorka Iturriaga, director de Actividad Física y Deporte del Gobierno vasco, desea que el equipo “ponga a bailar a la afición y si es posible ganar, sería alucinante”. Los deseos mueven el mundo.
“El ciclismo de ahora no tiene nada que ver con el de hace años. Eso hay que tenerlo claro y esa realidad es la que marca el camino, aunque siempre con nuestra esencia”, subraya Azanza. “Corremos con los chavales de casa, que siempre tienen una motivación extra porque corren en su tierra, en las carreteras que conocen, delante de su gente, de la marea naranja y eso es siempre muy estimulante”, observa Azanza, consciente de que existe una corriente de opinión que critica la incorporación de ciclistas foráneos al entramado del Euskaltel-Euskadi.
El peso de la realidad
“Entiendo esa postura, por supuesto. Pero luego está la realidad. Los fichajes se han realizado para mejorar el equipo y lograr los puntos que se necesitan para estar entre los 30 mejores equipos del año al acabar la temporada y optar así a poder recibir una invitación de la Vuelta. Para crecer hay que tener posibilidades de estar en las mejores carreras. Al final, va todo unido y tenemos que saber con qué contamos”, desgrana Azanza con calma y el poso de la experiencia.
“El ideal sería tener un gran presupuesto, tiempo para asentar el equipo y poder tener a los mejores ciclistas vascos, de eso no hay duda, pero el esfuerzo ahora es otro y hay que adaptarse a lo que hay y no lamentarse. Toca competir con lo que somos. Desde la humildad y el trabajo, pero siempre con ambición. La nostalgia está muy bien y volver a aquellos años en los que se estaba en el Tour con los mejores equipos sería un sueño, pero ahora no es posible”, radiografía Azanza, que considera que el objetivo del equipo en la Itzulia debe ser “pelear a tope y tratar de hacerlo lo mejor posible. Luego se llegará adonde se pueda, pero siempre siendo conscientes de que estamos en una de las mejores carreras del mundo y nadie regala nada”.
Dejar huella en la afición y estar presentes en carrera es uno de los mandamientos del Euskaltel-Euskadi para la Itzulia. “Intentaremos ser protagonistas y estar en la fugas”, apunta Azanza, sobre una carrera especial, con una alta carga emocional. De hecho, Euskaltel-Euskadi vestirá a la afición con 25.000 camisetas. El uniforme de la marea naranja. “Queremos mostrar el maillot delante y soñar con una victoria en la carrera de casa”, dice Mikel Bizkarra, uno de los veteranos del equipo. El Euskaltel-Euskadi desea vibrar en la Itzulia.