A más de 5.000 metros de altitud, las faldas del Everest observan estos días cómo su color blanco es reemplazado por las tonalidades más cálidas de las carpas en las que aguardan cientos de alpinistas a coronar la cima más alta del planeta, algunos de ellos con el objetivo de batir nuevos récords. Tras varios días de aclimatación esperando a que las condiciones de la montaña fueran las idóneas, las primeras expediciones prevén comenzar esta noche los ataques a la cumbre, según explicó a Efe Mingma Sherpa, director general de Seven Summit Treks, el mayor operador de expediciones de Nepal.
RÉCORD TRAS RÉCORD
Otro récord absoluto de ascensiones femeninas a la cumbre del mundo es el que buscará completar la montañera nepalí Lhakpa Sherpa, que pretende alcanzar su décima cima este año, desde la primera vez que holló el Everest en el 2000, cuando era una joven de 26 años.
A ambos se suman en la espera otros cientos de montañeros ansiosos por encontrar al fin este lunes una ventana de buenas condiciones climáticas que les permita iniciar la subida a lo más alto del Everest, y que mientras tanto aguardan en el campo base acallando su nerviosismo con bailes entre las coloridas carpas.
Entre estos aventureros se encuentra el veterano alpinista francés de 70 años Marc Batard, quien aspira a convertirse este año en la persona de mayor edad en alcanzar la cima del Everest sin usar oxígeno suplementario.
Un objetivo que plantea cumplir al mismo tiempo que atraviesa una ruta alternativa más segura a la tradicional que evite el paso por la peligrosa cascada de hielo de Khumbu, dijo recientemente el francés a Efe, un punto crítico del Everest que cada año registra numerosos accidentes.
Pero este camino diferirá con total seguridad del que empleará para descender desde la cima el australiano Ken Hutt, quien confía en convertirse en la persona de mayor edad, con 62 años, en bajar en solitario de la montaña en parapente. "Todo para ayudar a recaudar fondos para erradicar la polio de una vez por todas", aseguró Hutt en su página de Facebook.
Antes que él, tan solo el francés Jean-Marc Boivin, en 1988, y el dúo formado por Sanobabu Sunuwar y Lakpa Tshiri Sherpa, en 2011, completaron este descenso aéreo.
Además de alcanzar nuevos récords, esta temporada primaveral del Everest, que concluye este mes de mayo, será aprovechada por otros montañeros para lanzar un mensaje de esperanza a las minorías, o en pro de la paz en el conflicto de Ucrania.
MENSAJES DE ESPERANZA
Es el caso del orfebre nepalí Sagar Bishwakarma Sunar, que con 1,13 metros de estatura y varias malformaciones que le hacen caminar con dificultad, planea convertirse en el hombre más bajo del mundo en escalar el Everest. Una tentativa con la que defenderá la igualdad de derechos y libertades entre las personas con capacidades diferentes y el resto de la sociedad.
Otra expedición compuesta por primera vez íntegramente por afroamericanos, y liderada por el escalador californiano Phillip Henderson, lanzará otro mensaje de esperanza, promoviendo con su ascenso la equidad racial en el mundo. "Creemos que nuestro proyecto alentará a las personas de color no solo a soñar en grande, sino simplemente a salir", dijo a los medios Henderson, antes de partir desde Katmandú hacia el Everest.
Y con el conflicto en Ucrania en vilo, la escaladora ucraniana Antonina Samiolova procederá a coronar la cumbre con una bandera de su país para llamar a la paz y al fin de la invasión rusa.
CAÍDA DE AFLUENCIA
Pese a este sinfín de retos, Nepal registró este año una caída en picado en la emisión de permisos de escalada.
Solo en el Everest, donde este año se han emitido 316 permisos por los 408 -récord absoluto- de la primavera pasada, esta caída "casi ha sido de un 25 %", explicó a Efe el presidente de la Asociación de Operadores de Expedición de Nepal, Dambar Parajuli.
Un registro récord que se alcanzó en 2021 pese a la pandemia de covid y la cuota que finalmente impusieron las autoridades a la llegada de alpinistas.
En lo que va de año, el Departamento de Turismo de Nepal ha emitido permisos de escalada a 918 personas para esta primavera para escalar 26 montañas, informó en un comunicado.
Este descenso de las cifras "se debe a que China no ha abierto sus fronteras, lo que permite a sus ciudadanos viajar fuera del país, y la guerra de Ucrania, que ha afectado en parte el movimiento de montañeros a Nepal", lamentó Parajuli.