El Everest vuelve a ser foco de atención por las tragedias

El Everest (8.848 metros) ha vuelto a presentar una fotografía como la que se viralizó en 2019, cuando el nepalí Nirmal Purja inmortalizó con su cámara una situación que causó tanto impacto que llegó a ser elegida como la imagen del año. La montaña más alta del planeta acoge estos días a centenares de personas que buscan alcanzar el techo de la Tierra. Ese afán multitudinario ha vuelto a provocar colapsos en las rutas de ascenso, concretamente en la cara sur, la vertiente nepalí, y ello expone a los alpinistas a situaciones de riesgo.

No en vano, en lo transcurrido de la temporada primaveral se contabilizan ya once fallecimientos y hay otras tres personas que se encuentran en paradero desconocido. El debate se cierne ahora a sobre si Nepal está concediendo demasiados permisos, lo que por otro lado posee un gran impacto en su economía, de hecho, el turismo es la mayor fuente de ingresos del país, representando una cuarta parte de su PIB; se calcula que el gobierno ha ingresado este año cerca de 5 millones de dólares por este concepto. Tal y como informó el Departamento de Turismo de Nepal a finales de abril, se habían tramitado 454 permisos para esta primavera, superando así la cifra récord que se sucedió en 2021, cuando se tramitaron 409.

Según las estimaciones de los expertos, esta primavera han conseguido hollar la cima alrededor de 600 personas. Mientras, tal y como expone el archivo de The Himalayan Database, en 2021 y en esta misma estación del año se sucedieron 472 cumbres por la vertiente nepalí y en 2022 se dieron 671, que fueron un total de 683 teniendo en cuenta las ascensiones por la vertiente china, abierta para escaladores locales que deben presentar al menos la ascensión de un ochomil previamente para poder subir por esa cara de la montaña.

Así, 2023 puede ser un año de récords para el Everest en todos los sentidos, en cuanto a permisos concedidos, número de ascensiones , número de cumbres totales protagonizadas por un mismo alpinista –el nepalí Kami Rita, que alcanzó las 28 ascensiones justo un día después de que su récord fuera igualado– y también en lo trágico.