El segundo triunfo consecutivo de Tadej Pogacar en el Tour de Francia, las exhibiciones de Luka Doncic en la NBA y las paradas de Jan Oblak, ente muchos otros, no son casualidad. Son estadística. De los poco más de dos millones de habitantes (2.100.126) en Eslovenia, el 64% practican deporte habitualmente, según desvela a EFE el embajador del país en España, Robert Krmelj. La coronación de Pogacar en los Campos Elíseos ha vuelto a poner en el mapa el trabajo silencioso, y eficaz, del país europeo.
Dicho porcentaje supone el más alto a nivel mundial, como señala a la Agencia EFE Robert Krmelj: "Se puede hablar de "sueño esloveno" cuando se consiguen tantos éxitos. Hay muchas razones de estos éxitos. Uno es que los eslovenos practican cualquier tipo de deporte desde el nacimiento. Hay un 64% de la población eslovena que practica regularmente deporte, es el porcentaje más elevado del mundo".
A pesar de que Jan Oblak se encuentra desde hace muchas temporadas entre los mejores porteros de fútbol del mundo y que Luka Doncic a sus 21 años se está abriendo paso en el Olimpo del baloncesto -novato del año en su primera temporada en la NBA, en el mejor quinteto en la segunda y en la tercera y un fijo en los partidos de las estrellas-, Eslovenia seguía escondida para el gran público.
Años atrás, en 2017, la selección de baloncesto se llevó el Europeo. Poco antes, Tina Maze escribía su nombre entre las leyendas del esquí. La eslovena se erigió en doble campeona olímpica en los Juegos de Sochi 2014, en los que dominó las pruebas de eslalon gigante y descenso. También ganó cuatro títulos mundiales, repartidos en sus apariciones en los Campeonatos del Mundo de Garmisch-Partenkirchen 2011 (eslalon gigante), Schladming 2013 (supergigante) y Vail-Beaver Creek 2015 (descenso y combinada).
A estos honores añade 26 victorias en la Copa del Mundo, en la que firmó un total de 81 podios. Veinticuatro de ellos se sucedieron en el año 2013, cifra que le permitió establecer un nuevo récord de podios en una misma temporada.
La esquiadora de fondo Petra Majdic, el jugador de baloncesto Goran Dragic, la escaladora Janja Garnbret -otro nombre que dará que hablar en el futuro-, o la judoka Urska Zolnir son otros de los nombres de los que Eslovenia se siente orgullosa. Pero, como asegura, Robert Krmelj, el primer Tour de Francia conseguido por Pogacar cambió un país que tras el segundo maillot amarillo de su ciclista vive días de fiesta.
"Todo el país se ha vuelto amarillo. Sobre todo en los últimos días de competición. Era algo especial, toda la gente se dio cuenta de que todo el mundo habla de Eslovenia y nuestros deportistas, y nos sentimos muy orgullosos. Es igual que cuando un país gana un Mundial en fútbol, toca a todo el mundo", aseguró.
El esloveno Tadej Pogacar (UAE Emirates) entró en el libro de oro del Tour en 2019 al plantar la primera bandera de su país en lo más alto del podio de París con 21 años, siendo el segundo más joven de la historia en vestirse de amarillo. El francés Henri Cornet, se impuso en 1904 con casi 20 primaveras.
La frase "Me encantan que los planes salgan bien", de John 'Hannibal' Smith, líder del Equipo A, seguro que la pronunciaron muchos políticos eslovenos mientras disfrutaban del podio en los Campos Elíseos. Los frutos de una estrategia.
"Se trata más de un tema profesional sobre la organización en muchos deportes. En los últimos dos o tres años se pueden cosechar los éxitos de un trabajo en los clubes de ciclismo en Eslovenia en los que se trabajó de forma personalizada; como en los deportes de invierno", desveló el embajador.
Unos éxitos que se generan desde la base. El gobierno esloveno potenció la presencia de los deportes en las escuelas, dotando de instalaciones cada rincón del país para aumentar el interés. Otra vez, cuestión de estadística.
"Es el resultado del trabajo de muchos años. Eslovenia invierte mucho en el deporte en el ámbito educativo, en las escuelas primarias. Se ha hecho un esfuerzo adicional en los últimos 20 años en el área del deporte profesional, en los clubes de todas partes del país. No hace falta que un niño nazca en una ciudad grande, todo el país está muy bien conectado", apuntó.
Otro factor clave, Eslovenia no descuida sus pequeñas ciudades, aunque, curiosamente, Liubliana ostenta un récord olímpico: el de más medallas por habitante (40) desde que compitiese como tal, sin la bandera de Yugoslavia, en 1992. Y a cuatro días que arranquen los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 pueden agrandar esta estadística.
"Los padres de los niños y niñas que ya trabajan en los clubes con unos seis o siete años sacrifican mucho tiempo y dinero para darles todas las posibilidades a sus niños de que practiquen el deporte que quieran de manera profesional en cuanto a la organización", amplió.
Eslovenia respira deporte, es "la atmósfera que se vive en el país", aseguró un Robert Krmelj que destacó de sus compatriotas la capacidad de sacrificio: "Son deportistas muy trabajadores, con gran talento y, sobre todo, con una determinación para hacer todo lo que sea necesario para lograr el éxito".
Una devoción por el deporte que les hace planear viajes de más de 13 horas para ver a los suyos. "Doncic es uno de los grandes deportistas eslovenos. Mucha gente le sigue y, cuando se enfrenta a los Miami Heat de Goran Dragic, muchos eslovenos se trasladan a la ciudad donde se juegue el partido, miles de ellos. Son nuestros embajadores deportistas de primera clase. Es algo de lo que estamos muy orgullosos, gracias a ellos se conoce mejor a nuestro país".