El que fuera jefe de Seguridad de Iberdrola Antonio Asenjo ha declarado este miércoles ante el juez de la Audiencia Nacional que investiga los presuntos encargos ilegales de la empresa al ahora comisario jubilado José Manuel Villarejo que fue el policía quien se acercó a la compañía como parte de una estrategia comercial muy agresiva pero que nunca se le llegó a contratar, en el marco de un interrogatorio que ha girado en torno a un nuevo proyecto de 2004.
Asenjo, Villarejo y su socio, Rafael Redondo, han comparecido como imputados ante el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6, Manuel García Castellón, para declarar por 'Aglow', un nuevo proyecto que sería de los primeros que el comisario habría hecho para Iberdrola pero que ha salido a la luz recientemente. Las fuentes jurídicas consultadas lo definen como un encargo destinado a la elaboración de un programa preventivo, de "alerta", con informaciones de interés para Iberdrola, que sería en realidad los flecos de 'Arrow'.
La investigación judicial identifica 'Arrow' como el primer trabajo (2004) del grupo empresarial de Villarejo, CENYT, para Iberdrola, con el objetivo de eliminar la oposición municipal y de los ecologistas a la construcción de una central en Arcos de la Frontera (Cádiz).
Villarejo dice no recordar nada
Según las citadas fuentes, Asenjo, que solamente ha contestado a las preguntas del fiscal y su abogado, ha declarado que Iberdrola no acudió a CENYT, sino que fue el grupo empresarial de Villarejo quien se acercó al gigante energético para ofrecer sus servicios como parte de una estrategia comercial muy agresiva, asegurando que no se llegó a materializar en encargo alguno.
Además, ha aseverado que desconocía que Villarejo fuera comisario de la Policía Nacional en activo cuando entablaron contacto. En este sentido, ha detallado que incluso se lo recomendaron desde la Dirección Adjunta Operativa (DAO), por lo que asumió que podía hacer los trabajos que estaba ofertando sin incurrir en irregularidad alguna.
Por su parte, Redondo se ha acogido a su derecho a no declarar y Villarejo --que ha contestado a todas las partes-- ha dicho no recordar nada sobre 'Aglow'. "Están hablando de cosas de 2004 (...) hace 20 años", ha explicado a su salida de la Audiencia Nacional, en declaraciones a los medios de comunicación.
El policía retirado ha vuelto a apuntar al ex jefe del CNI Félix Sánz Roldán, al señalar que es a él a quien los investigadores deberían preguntar porque "es quien ahora mismo asesora al señor presidente" de Iberdrola.
"Primero provoca que se abra esta pieza para que luego liberen al presidente, a cambio --eso sí-- de unos honorarios importantes (...) Es un escándalo", ha remachado.
Las microcintas
Esta nueva información ha salido a la luz a raíz del análisis de las microcintas halladas en una de las viviendas de Villarejo en los registros llevados a cabo en noviembre de 2017, cuando estalló 'Tándem', la macrocausa sobre los negocios privados del comisario.
El propio Villarejo ha contado este miércoles a la prensa que de las "más de mil" microcintas que se llevaron, con información de los años 70, 80, 90 y hasta 2000 --"la historia de España"--, "ahora solo quedan 300 y pico inocuas" que son las que se están estudiando.
Villarejo ha afirmado que está "deseando" que "todo salga adelante", ratificando su "confianza en la Justicia". En este sentido, ha recordado que en los juicios celebrados hasta ahora en su contra ha resultado absuelto, a falta de que se conozca la primera sentencia sobre 'Tándem'.
"Además, ha quedado acreditado que Asuntos Internos tenía una animosidad manifiesta (...) razón por la cual nunca tenían que haber investigado", ha reiterado, incidiendo en la tesis de que las pesquisas en su contra son fruto de una 'vendetta'. Para Villarejo, "todo es por el miedo que tienen a las grabaciones". "Por eso me han colgado de los pulgares", ha añadido, definiéndose como "un testigo molesto".
La pieza 17
Estas citaciones se enmarcan en la pieza separada número 17 de 'Tándem', donde García Castellón indaga en los supuestos encargos ilegales que la compañía habría hecho a Villarejo desde 2004 y por los que éste se habría embolsado más de un millón de euros.
Cabe recordar que el instructor plasmó en el auto por el que prorrogó la investigación que, tras "depurar" la causa, ya solo quedan imputados el propio comisario, Redondo y Asenjo.
En esta pieza, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha confirmado el archivo para algunos de los directivos de la energética, que fue decretado por el juez instructor al considerar que los hechos que se les imputaban habrían prescrito.
Ese fue el caso del presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, para quien la pieza quedó archivada de forma definitiva el pasado mes de octubre. Los magistrados de la Sección Tercera explicaron que el periodo de prescripción para el delito de cohecho es de 10 años, un plazo que ya habría concluido en junio de 2021, cuando el juez imputó a Sánchez Galán. Y es que, añadieron entonces, los hechos por los que fue citado ocurrieron entre 2004 y 2009.