El exministro británico de Sanidad Matt Hancock afirmó este jueves que las "interferencias" políticas ocasionadas por la oficina del anterior Gobierno conservador durante la pandemia plantearon "dificultades increíbles" con el programa de test de covid-19 en este país.
Hancock compareció hoy ante una comisión investigadora que indaga en la respuesta que dio el anterior Ejecutivo frente a la crisis de la covid-19 y mantuvo que hizo "todo lo que pudo" para vadear la situación.
Este político se vio obligado a dimitir el 26 de junio de 2021 tras salir a la luz fotografías que lo mostraron besándose con una de sus ayudantes e incumpliendo, por tanto, las normas de distancia social durante la pandemia que había dictado su propio Gobierno.
En su declaración hoy, dijo que su papel al frente del ministerio de Sanidad consistió en "blindar" al NHS, el sistema sanitario público británico, de "personas que estaban siendo difíciles en Downing Street (despacho y residencia oficial del primer ministro, que entonces era Boris Johnson)" y en alusión al controvertido exasesor de Johnson, Dominic Cummings, con quien Hancock mantenía una tensa relación.
"Dentro del funcionamiento del NHS, estábamos protegidos de alguna manera por la independencia del NHS y, por ello, por las personas que estaban siendo difíciles en el Gobierno, parte de mi trabajo era proporcionar un escudo", dijo.
Hancock agregó que durante esa época "levantó algunas ampollas" al tratar de proteger al servicio sanitario de esa intromisión del Gobierno.
También consideró que la anterior ministra principal del Gobierno de Escocia, la independentista Nicola Sturgeon, creó "todo tipo de dificultades" al desatarse la pandemia.
El exministro no rechazó que también se cometieran fallos: "¿Eso quiere decir, en un sistema que emplea a 1,4 millones de personas en el NHS, con otros cerca de 1,5 millones en cuidados sociales, que cada decisión fue perfecta? Por supuesto que no lo fue".
"Consideraciones increíblemente difíciles"
Hancock fue además preguntado acerca de si la imposición de restricciones a las visitas fueron demasiado estrictas, ya que muchas personas no pudieron acompañar a sus seres queridos en sus últimos momentos de vida y muchas madres dieron a luz sin poder estar junto a sus parejas.
"Creo que tuvimos que equilibrar consideraciones increíblemente difíciles por ambas partes. Creo que, en general, lo hicimos bien durante la pandemia pero entiendo totalmente los fuertes argumentos de los dos lados", señaló.
Hancock sí admitió que el anterior Gobierno "se equivocó, por ejemplo, en cómo se aplicaron las directrices cuando se trató de los funerales".
"Pero por supuesto, en los funerales las personas se reúnen y se sienten profundamente emotivas y eso también era lo que impulsaba la propagación del virus. Así que se trataba de consideraciones muy difíciles y en general creo que fueron correctas", señaló.