Después del segundo día de descanso –así definió Evenepoel a la jornada que finalizó con el grito liberador de Jasper Philipsen– el Tour se adentra en territorio hostil: el Macizo Central. “Camino de Le Lioran se acumulan cinco subidas en los últimos 50 kilómetros. Es una etapa larga con puertos cortos pero duros. No descarto un ataque lejano de alguno de la general. Pienso que puede ser un buen día para Pogacar”, señalaba Xabier Muriel, uno de los directores del Movistar a este periódico. Antes de que broten los Pirineos, de que la Grande Boucle se suba a las alturas de una de las grandes cordilleras de la carrera durante el fin de semana, los mejores se examinarán en el temido Macizo Central, un ecosistema siempre exigente, donde la dureza tiende a lijar las fuerzas y la resistencia debido a la acumulación de cotas.
Esperan seis ascensiones, entre ellas destacan el Col de Néronne, luego el Puy Mary Pas de Peyrol, con sus dos temibles kilómetros finales, antes de afrontar el Col de Pertus, el Col de Font de Cère y la subida a Le Lioran. En el Macizo central no existe el respiro. No solo por el terreno escarpado, también las altas temperatura pueden ser determinantes en una travesía de más de 200 kilómetros y 4.350 metros de desnivel. Es un día señalado en rojo por los mejores. “Es un final explosivo, con puertos muy duros. Es una región que me gusta, espero tener buenas piernas. El final es muy duro y difícil de prever lo que puede pasar”, calculó Tadej Pogacar, que continúa firme en su idea de que Vingegaard “está en plena forma”. “No lo digo yo, lo dicen los datos. Corrimos una contrarreloj muy rápida, el ascenso a San Luca fue el segundo más veloz de la historia e hicimos una buena subida al Galibier. Todo lo superó bien, eso le da confianza. Veremos lo que pasa en los Pirineos”, añadió. “Estoy contento de entrar en la segunda semana con el maillot amarillo. Estoy contento de cómo está transcurriendo el Tour, lo estoy disfrutando cada día. Ahora llegan los Pirineos, que se me dan bien y las últimas etapas están cerca de Niza, o sea en casa”, destacó.
A la explosividad que vaticina el líder del Tour se suman los presagios de pelea que intuye Evenepoel, a 33 segundos del esloveno. El belga, que está completando un gran Tour, sabe que el de Macizo Central es un día para no peder detalle. “Podemos esperar una gran pelea para construir la escapada. Sabemos que no es una región fácil, sube y baja todo el tiempo. Creo que habrá dos carreras, es decir una de escapadas y otra de clasificación general”, analizó el belga. Vingegaard, por su parte, buscará la fortaleza del Visma en una jornada que “puede haber diferencias”, según Carlos Rodríguez. El Tour cita hoy a los mejores en un territorio que puede ser un polvorín. El “explosivo” Macizo Central.