Salamanca es una ciudad con mucho encanto e historia que se conoce por sus monumentos, su oferta cultural, su ocio nocturno y como no, por su suculenta gastronomía.
Dentro de los platos más típicos, el famoso hornazo (empanada cuya receta tradicional incluye jamón, chorizo, lomo y huevo cocido), la chanfaina (en la capital charra se suele elaborar con arroz y algunas de las partes menos apreciadas del cordero como patas, callos o sangre), las chichas (la carne de cerdo con la que se suelen elaborar los chorizos, que se reserva para freírla y acompañarla de huevos, arroz,...) o las patatas revolconas (puré de patata con ajo y pimentón, además de torreznos y otros productos de la matanza).
Pero si hay un producto que es muy característico de Salamanca es el embutido, muy famoso en todo el mundo por su calidad.
Elaborados con cerdo ibérico de la dehesa, triunfan los jamones de Guijuelo, sin olvidar el lomo, el chorizo, el salchichón o el irresistible morcón.
Pues Vitoria está de suerte porque desde hace apenas dos meses ha abierto una tienda que vende directamente productos ibéricos traídos de Salamanca: desde jamones ibéricos hasta embutidos y maridajes provenientes de la Dehesa charra.
Se trata de la Alhándiga, un llamativo local en la calle Diputación 6 con un escaparate que provoca que muchos vitorianos se paren a admirar la calidad de los productos, como el hornazo, y que no puedan resistirse a probar uno de los bocadillos de jamón ibérico que tienen preparados y que no llegan a cinco euros.
Junto a Guijuelo, Fresno Alhándiga es un municipio salmantino en la comarca Tierra de Alba donde elaboran los embutidos y los jamones que salen de esta tienda.