El FBI entrevisto a los exabogados de la Casa Blanca de Donald Trump cuando finalizó su mandato en relación con la investigación abierta por los documentos clasificados encontrados en su mansión de Mar-a-Lago, en Florida.
Pat Cipollone, entonces abogado de la Casa Blanca, y Patrick Philbin, abogado adjunto, hablaron con el FBI cuando las autoridades notificaron que faltaban documentos, según ha podido saber el periódico 'The New York Times'.
Los investigadores se comunicaron con Philbin en la primavera de este año, en el momento en el que se estaba indagando al círculo de Trump para averiguar cómo llegaron más de una decena de cajas de material a su propiedad, algunas de ellas marcadas como documentos clasificados.
El citado periódico ha señalado que no hay información sobre la fecha en la que entrevistaron a Cipollone.
Según las fuentes consultadas por el diario, Philbin trató de ayudar a recuperar el material, pero se encontró con la negativa del exdirigente de Estados Unidos, ya que Trump se habría resistido repetidamente a las súplicas de sus asesores.
Los asesores aseguran que Trump respondió a los investigadores diciendo que eran documentos suyos. "No es suyo, es mío", dijo Trump.
Cipollone y Philbin se han negado a declarar con diversos medios estadounidenses sobre este tema.
El expresidente devolvió en enero 15 cajas de material a los Archivos Nacionales, pero el Departamento de Justicia emitió una citación en mayo porque todavía había documentos que se encontraban en la residencia de Florida.
El lunes pasado, el FBI ejecutó una orden de allanamiento sobre Mar-a-Lago, medida que el exmandatario ha denunciado de políticamente motivada. En la redada, los agentes se llevaron once lotes de documentos clasificados.
El Departamento de Justicia (DOJ) de Estados Unidos se opuso este lunes a la publicación de la declaración jurada del FBI que justificaría la orden de registro de la mansión de Trump con el fin de incautar documentos. Los fiscales generales presentaron un expediente en el que se oponen a cualquier esfuerzo por revelar el documento porque "pondría en peligro una investigación en curso".