El fin de la obra de Iztueta se retrasa a finales de mayo

El fin de las obras de reforma de la zona de Iztueta, tras el derribo del viaducto, no llegará en primavera sino, algo más tarde. El Ayuntamiento dio este martes su visto bueno a una modificación del contrato con la constructora, que añade tres meses más a la obra y sitúa a finales de mayo su terminación.

Además, la actuación sube de precio un millón de euros más como consecuencia del trabajo añadido, lo que eleva el coste de la operación hasta los ocho millones de euros.

Según explicó el alcalde, Eneko Goia, la modificación del contrato está motivada por la caída de la catenaria en marzo del pasado año así como en otras necesidades técnicas, que han llevado a aprobar un cambio de acuerdo a la Ley de Contratación.

"Es una obra muy complicada que discurre por debajo y de la vía férrea, lo que acarrea una serie de condiciones", dijo el primer edil, que añadió que el incidente con la catenaria ha sido fundamental a la hora de modificar el acuerdo con la empresa constructora.

Actualmente, los operarios trabajan en el hundimiento del firme situado debajo del puente ferroviario ya colocado. Esta bajada de cota de la calzada, de 4,5 metros de distancia con el puente, permitirá que pasen sin problemas los autobuses y otros vehículos altos.

Esta nueva carretera tendrá diez metros de anchura y dos carriles en dirección a Gros y uno hacia Egia. Una rotonda frente a los juzgados completará la reordenación viaria surgida tras la desaparición del viaducto.

Por otra parte, la Junta de Gobierno aprobó la adjudicación de los trabajos de reforma de las cabinas de La Concha que, al igual que las de Ondarreta, estarán cerradas hasta finales de mayo para acometer obras de reforma.

En concreto, la empresa Unebide Obras y Contratas será la encargada de rehabilitar las cabinas de La Concha, con un coste de 460.000 euros y cuatro meses de plazo. La obra supondrá levantar todos los pavimentos y revestimientos así como toda la cubierta para evitar que entre el agua. Además se creará un rebosadero en la arqueta de los soportales para evitar colapsos de aguas pluviales.