Los residentes del sur del Líbano han tratado de entrar este domingo a sus localidades ocupadas por Israel tras vencer el plazo establecido para su retirada en el acuerdo de alto el fuego, pero el intento ha acabado con 22 muertos y 124 heridos por disparos de las tropas israelíes en diferentes puntos de la franja fronteriza.
Grupos de desplazados libaneses comenzaban a congregarse a primera hora del domingo a la entrada de las áreas aún invadidas, al cumplirse 60 días de la entrada en vigor del cese de hostilidades que ponía fin a más de un año de conflicto entre Israel y el grupo chií libanés Hizbulá.
El Ejército israelí debía replegarse al otro lado de la frontera antes de esta madrugada, al tiempo que Hizbulá tenía el encargo de abandonar también la región meridional del Líbano para ser sustituido por un mayor despliegue de las Fuerzas Armadas Libanesas (LAF).
Tras la llegada de los vecinos, las tropas del Estado judío han perpetrado diversos "ataques contra ciudadanos que intentaban entrar a sus aldeas", en los que han muerto 22 personas y 124 resultaron heridas, según el último balance ofrecido por el Ministerio de Salud Pública del Líbano.
Una masacre
La mayoría de las víctimas mortales se han concentrado en los pueblos de Aitaroun (5), Markaba (4), Kfar Kila (4), Houla (3) y Mays al Jabal (3), todas ellas en el sector este de la franja fronteriza.
Aunque Israel se retiró de la mayor parte del sector oeste a lo largo de enero, dando paso a la entrada del Ejército libanés, ya adelantó el pasado viernes que mantendría al remanente de sus tropas ahora concentradas en la mitad oriental.
La mayoría de los residentes de las aldeas ocupadas llevan desplazados desde el inicio del conflicto en octubre de 2023 y no pudieron regresar a sus hogares con la entrada en vigor del alto el fuego el pasado noviembre, a la espera de que los israelíes se marcharan a los 60 días.
Las LAF ha confirmado que uno de sus soldados está entre los fallecidos por los tiroteos y, llegado un punto de la jornada, anunciaran su respaldo a las concentraciones de los ciudadanos.
"El Ejército sigue acompañando a los residentes que vuelven a los pueblos en la frontera sur y les apoya en la confrontación del enemigo israelí en base a su deber nacional, a la luz de la insistencia del enemigo en atacar soldados y vecinos", ha apuntado la institución castrense en un comunicado.
Según la nota, también están siguiendo los desarrollos en coordinación con la misión de paz de la ONU en el Líbano (FINUL) y el comité de supervisión del alto el fuego, encabezado por Estados Unidos.
Presión internacional
Por su parte, Hizbulá congratuló a los desplazados por aferrarse a "cada grano de arena" de su tierra y demostrar que son "guardianes leales de la soberanía de la patria", mientras la formación es acusada de haber organizado las congregaciones en la zona, bajo su control hasta la implementación del acuerdo.
"Subrayamos que la comunidad internacional, encabezada por los países patrocinadores del acuerdo, necesita asumir hoy sus responsabilidades ante las violaciones y crímenes del enemigo israelí, y obligarle a retirarse completamente de nuestra tierra", reiteró también.
El Líbano no ha anunciado ninguna medida oficial desde que Israel confirmara la permanencia de sus tropas hace dos días, entre información sobre supuestas negociaciones para la continuación de la tregua.
Ante los incidentes de este domingo, el recién nombrado presidente libanés, Joseph Aoun, se ha limitado a pedir "autocontrol" a la población y a asegurar en un comunicado que estaba siguiendo el asunto "a los más altos niveles" para garantizar la integridad territorial tras la decisión israelí.
En esta línea, la FINUL ha alertado de que el estallido de violencia podría poner en riesgo "la frágil situación de seguridad en la zona" y ha pedido el cumplimiento de las estipulaciones del acuerdo, incluida una retirada "completa" de las tropas israelíes presentes en el sur del Líbano.