Pese a los numerosísimos cambios que se han producido en los últimos meses (las salidas de Paz Padilla y Carlota Corredera, la llegada de Adela González, la recuperación de Pipi Estrada, la aparición y desaparición del Lemon Tea, el efímero talk show de Belén Esteban, la marcha y regreso de David Valldeperas y un largo etcétera), la caída de audiencia de Sálvame no se ha detenido y Mediaset ya prepara su relevo.
Será por tanto el final definitivo de un programa que lleva en parrilla desde abril de 2009 y que, según Informalia, dará paso a un nuevo formato que ya planea Raúl Prieto, cofundador de Sálvame junto a Valldeperas y Corredera. Prieto salió del programa vespertino de Telecinco y de su productora, La Fábrica de la Tele, por un enfrentamiento con Jorge Javier Vázquez y pasó a dirigir con éxito Viva la vida, lo que llevó a Mediaset a ficharlo para su plantilla y darle mucho poder.
Adiós a La Fábrica de la Tele
Y ahora le ha encomendado la misión de preparar un programa para las tardes de lunes a viernes después del verano, lo que evidentemente supone el final de Sálvame y con él el adiós de La Fábrica de la Tele a Mediaset, ya que la productora, que tanta fuerza ha tenido en el grupo de comunicación en los últimos años, se quedaría sin programas importantes, como deseaba la empresa de Paolo Vasile tras haber mantenido fuertes y sonados encontronazos con otros espacios de la cadena como El programa de Ana Rosa.
Además, Mediaset también quiere romper relaciones con La Fábrica de la Tele debido a la imputación personal de sus dos fundadores, Óscar Cornejo y Adrián Madrid, en la operación Deluxe.
Todo esto ha llevado, según Informalia, a que muchos de los colaboradores de Sálvame estén preocupados por su futuro y que estén realizando movimientos de acercamiento a Raúl Prieto intentando ganárselo para que cuente con ellos en su futuro programa. Movimientos que van desde dar like a sus publicaciones de Instagram a invitarle a su boda o incluso a ofrecerse directamente. Y es que sin Sálvame muchos de ellos se quedarían sin poder facturar.