El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado una décima a la baja su previsión de crecimiento para 2023, cuando la economía mundial frenará su expansión al 2,8% desde el 3,4% de 2022, mientras que un año después anticipa un rebote del 3%, una décima menos de lo estimado en sus proyecciones del pasado enero, al tiempo que advierte del mayor riesgo de "aterrizaje forzoso" de las economías, particularmente las avanzadas.
De este modo, las nuevas previsiones de crecimiento para 2023 y 2024 de la institución internacional se sitúan por debajo de la media histórica entre 2000 y 2019 del 3,8%.
"Un aterrizaje forzoso, en particular para las economías avanzadas, se ha convertido en un riesgo mucho mayor", alerta el organismo multilateral en su informe 'Perspectiva Económica Mundial', donde advierte de que las autoridades pueden enfrentarse a una difícil disyuntiva para reducir la 'pegajosa' inflación y mantener el crecimiento al mismo tiempo que se preserva la estabilidad financiera.
En su análisis, la institución anticipa una recuperación "inestable" de la economía mundial como consecuencia de los efectos acumulativos de los últimos tres años de 'shocks' adversos, en particular, la pandemia de Covid-19 y la invasión de Ucrania, además de la escalada de la inflación alentada por las interrupciones del suministro y los picos de los precios de las materias primas, lo que llevó a los bancos centrales a endurecer agresivamente sus políticas.
En este sentido, destaca que, a pesar de que los bancos centrales telegrafiaron el rápido aumento de los tipos de interés, las brechas de supervisión y regulación y la materialización de riesgos específicos de los bancos, contribuyeron a tensiones en partes del sector financiero, generando preocupaciones sobre la estabilidad financiera.
En cuanto a la inflación, el FMI prevé que el IPC disminuirá del 8,7% en 2022 al 7% en 2023, lo que resulta una subida de los precios cuatro décimas mayor de los esperado el pasado mes de enero, a pesar de que se espera una desinflación en todos los principales grupos de países, ya que alrededor del 76% de las economías experimentarán una inflación más baja en 2023 como reflejo de la disminución de los precios de los combustibles y las materias primas, así como por los efectos del endurecimiento monetario en la actividad económica.
Al mismo tiempo, el organismo multilateral anticipa que la inflación, subyacente bajará globalmente de manera mucho más gradual en 2023, cuando se situará en el 6,2%, solo dos décimas menos que el año anterior y medio punto porcentual por encima de lo previsto en enero. "En general, se espera que el retorno de la inflación a su meta tarde hasta 2025 en la mayoría de los casos", apunta el FMI.
De esta manera, la institución prevé que la inflación media de la eurozona en 2023 será del 5,3% para moderarse al 2,9% en 2024, mientras que en los Estados Unidos será del 4,5% este año y del 2,3% el siguiente.
PREVISIONES
En el caso de las previsiones de actividad para las economías avanzadas, el FMI contempla un crecimiento del PIB del 1,3% este año y del 1,4% el siguiente, lo que implica una mejora de una décima para 2023 respecto de las anteriores proyecciones, mientras que ha rebajado una décima su pronóstico de crecimiento este año para las economías emergentes, hasta el 3,9%, y mantiene en el 4,2% el de 2024.
Entre las principales economías desarrolladas, el PIB de Estados Unidos crecerá en 2023 a un ritmo del 1,6%, dos décimas mejor de lo esperado anteriormente, mientras que en 2024 la expansión será de 1,1%, una décima más de lo anticipado.
De su lado, la zona euro crecerá este año una décima más de lo previsto en enero, con un 0,8%, pero en 2024 su expansión se limitará al 1,4%, dos décimas por debajo de lo esperado anteriormente.
En concreto, Alemania caerá en recesión en 2023, con una contracción anual del 0,1%, y su rebote en 2024 será del 1,1%, lo que implica un empeoramiento de dos y tres décimas, respectivamente, respecto de los pronósticos de enero.
Asimismo, para Francia, el FMI mantiene su previsión de crecimiento del 0,7% este año y recorta tres décimas la de 2024, hasta el 1,3%, mientras que para Italia mejora una décima el pronóstico de 2023, hasta el 0,7%, pero rebaja en la misma proporción el de 2024, hasta el 0,8%.
De su lado, el PIB del Reino Unido caerá este año un 0,3% para rebotar en 2024 un 1%, lo que representa una mejora de tres décimas respecto del anterior pronóstico para este año y de una décima para el siguiente.
En el caso de las economías emergentes, el FMI mantiene sin cambios su previsión de crecimiento para China en el 5,2% este año y el 4,5% en 2024, pero recorta los pronósticos para la India hasta el 5,9% en 2023 y el 6,3% en 2024, lo que implica una revisión a la baja de dos y cinco décimas, respectivamente.
De su lado, el FMI ha mejorado cuatro décimas su pronóstico de crecimiento para Rusia, que en 2023 crecerá un 0,7%, mientras que ha revisado a la baja en ocho décimas el de 2024, hasta el 1,3%.
ESCENARIO ALTERNATIVO POR TENSIONES FINANCIERAS
Asimismo, el FMI ha elaborado un escenario alternativo "plausible" en consideración de los elevados riesgos e incertidumbres derivados de las reciente turbulencias en los mercados financieros mundiales.
"Es plausible que se produzcan más shocks derivados de tales fragilidades, con un impacto potencialmente significativo en la economía global", advierte.
En este escenario alternativo, la institución contempla un endurecimiento adicional moderado de las condiciones crediticias por un mayor estrés en los bancos con una mayor preocupación por la solvencia bancaria y las posibles exposiciones del sistema financiero, así como por la mayor prudencia en la actividad de los bancos debido a una labor más estricta de los supervisores.
De este modo, el endurecimiento moderado de las condiciones financieras provocaría una disminución del nivel de actividad mundial de tres décimas adicionales en 2023, lo que implica un crecimiento real del PIB global de alrededor del 2,5% en lugar del 2,8% del pronóstico de referencia, lo que sería el crecimiento más bajo desde la desaceleración mundial de 2001, excluyendo el impacto de la Covid-19 y la crisis financiera en 2009.
Asimismo, el crecimiento del PIB real en 2024 sería dos décimas inferior al del escenario de referencia, situándose en el 2,8%, para recuperarse gradualmente a partir de entonces.
"Los efectos son generalmente mayores en las economías avanzadas que en las economías de mercados emergentes, con un crecimiento que cae por debajo del 1% en comparación con el 1,3% en el pronóstico de referencia", apunta el FMI, atribuyendo las mayores correcciones bajo esta hipótesis a Estados Unidos, la zona euro y Japón, con ajustes del crecimiento de 0,4 puntos porcentuales respecto de sus previsiones en el escenario base para 2023.