El Foro Espiritual de Estella apostó por la interreligiosidad

Estella acogió el Foro Espiritual que tuvo en esta edición El Futuro de las Religiones como tema central y recuperando su formato abierto en el parque de Los Llanos y en la escuela de Música Julián Romano. Un total de 40 actos de diferentes formatos llamaron la atención de unos 300 visitantes que alternaron distintos ámbitos de diálogo en los que se alternaron propuestas artísticas y musicales con diferentes actos ceremoniales así como actividades.

Desde la organización su representante, Koldo Aldai, se mostró satisfecho: “no solo hemos tenido un tiempo excelente, si no que todavía ha sido mejor ambiente que hemos compartido”.

Entre las novedades estuvo el arranque de las jornadas con una peregrinación interreligiosa, que tuvo su comienzo en Villatuerta desde donde prosiguió a través del Camino de Santiago hasta Estella, donde más de 120 peregrinos recorrieron en silencio las calles de la ciudad hasta el parque de Los Llanos. Aquí arrancó el foro con la intervención de Javier Melloni y con el encendido de la llama de la fraternidad”. Posteriormente esa primera jornada se cerró con el concierto de Rocío Madreselva.

Durante los tres días del foro, se desarrollaron los diálogos y debates en torno al futuro de las religiones, que contaron entre otras con representantes del islam, cristianismo, budismo, judaísmo o la nueva espiritualidad. Unos encuentros que fueron retransmitidos por streming en Internet y serán recogidos en alguna publicación: “fue tan interesante lo que allí se habló sobre si las religiones deben o no mantener sus fronteras que trabajaremos para que no se pierda”, comentó Koldo Aldai quien aseguró que en lo que sí se llegó a un acuerdo fue en la necesidad de que las distintas religiones “confluyan en espacios comunes”.

Para Aldai, estos encuentros de paz son hoy más necesarios que nunca; “en un mundo globalizado y dentro de unos momentos en los que aflora la guerra y la confrontación en el mundo”.

El cierre contó con el traslado de flores y piedras hasta el río Ega, “un gesto con el que se simboliza la esencia de la paz y la fraternidad que se vivieron estos días en Estella-Lizarra”.