Para un fotógrafo como Gonzalo Azumendi, la portada de una revista o de un periódico es la cúspide. Que una imagen se convierta en ese golpe visual tan protagonista, en ese impacto que habla sin letras para valer más que mil palabras, alegra el corazón y el orgullo. 2023 ha empezado con ese brinco para este getxotarra, fotógrafo por el mundo. Una instantánea suya es portada de la revista Viajar en enero y otra diferente del suplemento ABC Viajar. Sin embargo, ya llegó a las alturas en noviembre en ¡Hola! Viajes por España. Y ahora, además, le publican un nuevo fotorrelato, en la sección de viajes de la web de National Geographic, pero ese es un hueco en el que ya está asentado y cómodo, porque él también se expresa nítida y poéticamente escribiendo.
Azumendi lleva más de 35 años dando vueltas a la Tierra con su cámara en la mano –su trayectoria ha sido reconocida por la sociedad geográfica la Exploradora–. Tiene carrete para rato y capacidad de superación para no permanecer en automático siempre. Estas dos últimas fotos de portada le hacen sonreír y disfrutar. “Dan gracia a la vida”, asegura. “El acto fotográfico gana potencia cuando la imagen se publica o comparte. Es lo que da un mayor sentido a todo, incluso justifica tantos esfuerzos”, reconoce este profesional freelance. Además estas dos inyecciones de moral coincidieron con la celebración de Fitur, la feria internacional de turismo, un destino habitual para el getxotarra. “La semana pasada estuve en Fitur y viví enormes emociones, pues no iba desde 2020 y menuda alegría encontrar tantas personas queridas. Y todo resultó aún más deslumbrante al coincidir con la publicación de una foto mía en la portada de la revista Viajar, una imagen que parece narrar un viaje hacia la niebla en busca de la luz”, comenta Azumendi. Y es que en la fotografía, a toda página, se puede ver a unos perros tirando de un trineo, en el que va una persona, por un camino de nieve cuando el sol se abre entre la niebla, el frío y el blanco. “Tiene ese rollo de Papá Noel regresando a casa tras entregar los regalos, o de novela de Jack London de buscadores de oro, o de un trineo en épico viaje llevando las medicinas al pueblo de Nome en Alaska”, cuenta con gracia su autor. Azumendi hace magia de la realidad del campeonato de España de trineo con perros. “El sol está proyectándose súper bonito entre la niebla y el trineo avanza para superarla; el sol es la vida”, reflexiona. La revista utiliza esta foto para ilustrar el tema: Aventuras para toda la familia en las montañas de Aragón.
También es helada su otra alegría de enero, aunque a esa ya está más acostumbrado, pues es asidua su participación en el rincón Receta de una foto en el apartado de Viajes de la web de National Geographic. El instante congelado tiene, de nuevo, nieve, perros y trineo. Están más alejados del objetivo en esta ocasión y el paisaje es el que se apodera por completo del rectángulo visual. “Un trineo recorre las suaves ondulaciones de la Molina en el Pirineo catalán. Una imagen que parece un retrato del silencio, donde las palabras sobran entre los perros radiantes y su líder humano, capaz de bailar con lobos. La escena puede sugerir un mundo donde las vivencias van por capas. Bajo el mar de nubes se esconden urbes frenéticas entre tráfico y asfalto, mientras allá arriba, más cerca del cielo, la belleza es abrumadora. Tanto que, hasta las montañas de Montserrat, al fondo, rasgan la niebla buscando esa luz, quizás deseosas de salir en la foto”, describe el propio autor de una manera tan bonita en su bitácora viajera de National Geographic.
‘Abrigar’ a la cámara
Ambos trabajos son dos destellos invernales. “¿Hasta dónde puede llegar este sacrificio del fotógrafo por una imagen, incluso preservando su cámara mejor que a sí mismo del frío? La realidad es que ni se lo plantea, solo espera y actúa”, sostiene Azumendi. La otra foto de portada, la del suplemento Viajar del diario ABC, tiene otros tintes y en ella se ve el lago Atitlán en Guatemala, país invitado en la edición de este año de Fitur. Es de otra envergadura también la escogida para presentar el número de ¡Hola! Viajes por España del pasado noviembre. “En Lanzarote, quería volar sobre calderas y volcanes… y al fin, tras muchas vicisitudes, encontré un hombre pájaro que me llevó sobre La Gería hacia Timanfaya. Fuimos colgados al viento en su ultraligero. ¡Emocionante!”, rememora. Esa experiencia valió una portada. La primera de este álbum memorable.
Y de esta manera va surcando los cielos, mares y tierras Azumendi. ”Luchando”, como dice él. Acaba de estar en Nicaragua, Honduras y Ecuador, pero siempre va sobre el alambre de su profesión tan titubeante. “En este camino incierto”, precisa. Pero con ímpetu: “Pleno de compromiso”.