Vida y estilo

El fruto seco que tienes en la despensa y que deberías guardar en la nevera

No conservar los alimentos de la forma correcta puede poner en peligro su sabor o su textura y comprometer incluso sus beneficios
Distintas variedades de frutos secos pelados.

Consumir frutos secos como parte de una dieta equilibrada puede resultar muy beneficioso para el organismo. Son alimentos que contienen una gran cantidad de nutrientes esenciales como proteínas vegetales, antioxidantes, fibra, minerales y vitaminas del grupo B y E.

Aunque por lo general los frutos secos son alimentos ricos en calorías por su alto contenido en grasas y es importante moderar su consumo, hay que tener en cuenta que se trata de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas muy beneficiosas para la salud.

Así, comer frutos secos de manera frecuente disminuye los niveles de inflamación relacionada con las enfermedades cardíacas y la diabetes, previene enfermedades, fortalece los huesos, regula los niveles de colesterol malo y triglicéridos, combate el estreñimiento, fortalece la vista y brinda muchos beneficios a nivel cognitivo, previniendo la demencia y conservando la memoria.

Consumo moderado

En el caso concreto de las nueces, tienen un efecto saciante y un alto contenido de fibra, lo que hará que sintamos menos apetito y que por lo tanto podamos pasar más tiempo sin comer. Incluso un estudio publicado en la revista Nutrition demuestra que consumir una dieta rica en grasas poliinsaturadas, en la que no pueden faltar las nueces, el salmón, el atún o el aceite de oliva, puede contribuir a adelgazar.

La bajada de peso se producirá siempre y cuando el consumo de nueces sea el adecuado, ya que tomarlas en exceso se traducirá inevitablemente en un aumento de kilos. ¿Y cuál es esa cantidad de nueces que debemos comer a diario para adelgazar? Los expertos señalan que no se deben consumir más de 8 nueces al día, es decir, entre 30 y 35 gramos diarios.

Las nueces tomadas solas, acompañadas de unas uvas pasas o troceadas en un yogur o natilla son ideales para el desayuno, la comida, la merienda, la cena o como aperitivo entre horas, ya que gracias a ellas evitarás la tentación de matar el hambre con otros aperitivos mucho menos saludables.

Nueces cascadas junto a otras cerradas.

Almacenamiento adecuado

Al ser un fruto seco tan versátil y consumido, es habitual encontrar nueces en las despensas de muchos hogares. Sin embargo, ¿es la despensa el lugar ideal para guardarlas? Pues lo cierto es que no. Las nueces tienen muchos beneficios, pero estos pueden verse comprometidos si no se almacenan de la forma adecuada.

Expertos en nutrición señalan que las nueces, para evitar que se oxiden y puedan conservar todas sus propiedades, deben guardarse en un lugar fresco y oscuro, preferiblemente en la nevera. Algunas razones que avalan esta recomendación de meterlas en el frigorífico son:

1- Prolonga su frescura

Las nueces contienen aceites naturales que pueden volverse rancios si se exponen al calor, la luz o al aire durante un tiempo prolongado. En la despensa, donde la temperatura es más alta y puede variar, estos aceites se degradan más rápidamente. El frigorífico, sin embargo, mantiene una temperatura más baja y constante, lo que ayuda a preservar la frescura de los aceites y las nueces en perfecto estado.

2- Previene la oxidación

Al estar a una temperatura más baja, las nueces están menos expuestas a la oxidación, un proceso que se acelerará si las colocamos en la despensa. A más temperatura se puede alterar su sabor y afectar a los nutrientes esenciales, como los ácidos grasos y las vitaminas, disminuyendo así su valor nutritivo.

3- Evita la proliferación de plagas

Los frutos secos, incluidas las nueces, pueden atraer insectos y plagas, como polillas de la despensa o gorgojos, si se almacenan a temperatura ambiente. El frío del frigorífico es inhóspito para estas plagas y actúa como una barrera que protege a las nueces.

4- Mejora su sabor y textura

Aunque esto es más subjetivo, algunas personas encuentran que las nueces refrigeradas mantienen un mejor sabor y textura en comparación con las que se almacenan a temperatura ambiente. Es importante guardarlas en un recipiente hermético para que no absorban los olores de otros alimentos y evitar que adquieran un exceso de humedad.

Por estas razones, aunque es posible almacenar nueces en la despensa si se van a consumir en un plazo breve de tiempo, para una conservación óptima y prolongada, el frigorífico se presenta como la mejor opción.

31/08/2024