Es un clásico de todos los veranos cuando el calor aprieta. El riesgo de incendios. En estos momentos tenemos cuatro incendios activos en plena ola de calor en Navarra. El más virulento, el declarado poco antes de la medianoche del martes en la ladera del monte Arangoiti, en la sierra de Leyre, que ha motivado el desalojo el milenario monasterio, aunque no parece existir riesgo de que se vea alcanzado por el fuego.
El Gobierno de Navarra acaba de actualizar la información y las noticias, dentro lo malo, son positivas. El trabajo de los bomberos y unas condiciones meteorológicas algo más favorables han posibilitado frenar el avance del incendio que desde la noche del martes afecta a la ladera del monte Arangoiti, en la sierra de Leire.
El cambio en la dirección del viento a últimas horas de la tarde de ayer alejó el fuego del Monasterio de Leyre, que fue desalojado preventivamente aunque el frente nunca llegó a aproximarse a menos de 2 kilómetros del edificio, y lo dirigió hacia Lumbier. La bajada de las temperaturas y la intervención de las más de 45 personas que han participado durante toda la noche en las labores de extinción han conseguido evitar que siga avanzando el frente.
Se mantienen las llamas en una zona pendiente e inaccesible por tierra, por lo que serán los medios aéreos los que intentarán sofocarlas. Los bomberos del Gobierno de Navarra, junto a la Unidad Militar de Emergencias y los efectivos aportados tanto por el Ministerio como por el Gobierno de Aragón vigilarán el perímetro del área incendiada para atajar los rebrotes que pudieran producirse y continuarán realizando labores de remate y extinción.
En cuanto al incendio que tuvo su origen durante la noche del martes en una zona próxima a la carretera NA-132 (Estella-Tafalla-Sangüesa) y que durante la tarde de ayer rebrotó con fuerza, rebasando la NA-6140 (Tafalla-Miranda de Arga) y se adentró en el término de Larraga, ha logrado ser controlado por los bomberos de los parques de Estella, Tafalla, Tudela y Peralta.
El Gobierno de Navarra ruega encarecidamente a la población que extreme las precauciones y evite cualquier práctica o actividad que pueda conllevar el riesgo de que pueda causar un incendio. La sequedad del suelo y de la vegetación, unida a las elevadas temperaturas, hacen que el riesgo de incendios sea muy elevado en toda la Comunidad foral.