Por mucho que el mundo se modernice y las nuevas tecnologías avancen a velocidades supersónicas, hay cosas tan analógicas como un autógrafo que siguen siendo un objeto de deseo. Hemos visto pedirlos en cuadernos, en servilletas, en prendas de ropa que no se volverán a lavar jamás o incluso en partes del cuepo (que esperemos que sí vuelvan a pasar por la ducha algún día).
Lo que no habíamos visto es pedir el autógrafo al famoso en el cuerpo de un animal. En este caso ni siquiera era una mascota, sino un cerdo. Y le ha pasado a Riqui Puig. El canterano del Barcelona abandonaba las istalaciones del club azulgrana tras completar el entrenamiento y atendía el requerimiento de unos aficionados que le pedían su firma. Abrió la ventanilla pero no se encontró con un papel, sino con un cerdo vestido con la camiseta de la selección española y que no dejaba de chillar.
La imagen, absolutamente surrealista por inédita, no pareció impactar al centrocampista catalán, que procedió a estampar su firma en el cuerpo del gorrino sin inmutarse.