En Harsewinkel, un paraje tranquilo donde el Athletic ha estado concentrado esta última semana, las horas pasan lentas. Las sesiones de trabajo, por lo general de mañana y tarde, no dan para completar el día y las charlas entre jugadores, las partidas a las cartas o a la PlayStation dan forma a las horas muertas. Nada que no haya sucedido en el pasado, dicho sea de paso. En tierras germanas han convivido los más veteranos, acostumbrados ya a este tipo de vivencias, pero también los más jóvenes, inexpertos en estas lides, pero a quienes acompañan la emoción y las ganas de esa primera vez. Ernesto Valverde, en consonancia con su cuerpo técnico y los diferentes responsables deportivos del club, quiso premiar el buen hacer de Alex Padilla (Zarautz, 1-IX-2003), Luis Bilbao (Berango, 24-III-2003) y Malcom Adu Ares (Bilbao, 12-X-2001) la pasada campaña citándoles para realizar la pretemporada con el primer equipo y quién sabe si ganarse un dorsal de la primera plantilla, aunque lo más probable es que regresen al Bilbao Athletic o salgan cedidos a un club de Segunda División en el que puedan continuar con su formación y crecimiento.
Sea como fuere, por el momento disfrutan de su primera vivencia similar, aunque el stage en Alemania tocará a su fin tras la disputa del amistoso frente al Mainz 05. Con una mezcla de timidez, propia de la edad, pero con todas las ganas de comerse el mundo, los tres disputaron el jueves ante el Bochum sus primeros minutos con la camiseta del Athletic. A varios cientos de kilómetros de distancia, desde Galicia, donde apura los últimos días de sus vacaciones antes de ponerse de nuevo el mono de trabajo, en esta ocasión como entrenador del Portugalete, Patxi Salinas analiza a los tres jóvenes cachorros. Lo hace, orgulloso de la oportunidad que el club les ha brindado.
“Tiene unas condiciones brutales. Es rápido en la portería, maneja bien los pies y va bien en el juego por alto”
Quien fuera técnico de todos ellos en el Basconia primero y de los dos extremos también en el Bilbao Athletic en la segunda mitad de la pasada temporada, apunta que “el crecimiento de Malcom ha sido brutal”, que “Luis ha ido cociéndose a fuego lento en el club desde alevines y ya se veía desde juveniles o antes que podía llegar al primer equipo” y que Padilla “tiene unas condiciones brutales, es rápido en la portería, maneja bien los pies, va bien en el juego por alto”.
Una grata sorpresa
No puede pasar por alto Salinas que la irrupción de Adu –el propio jugador afirma que prefiere que se le conozca como Adu o Malcom– les pilló a muchos por sorpresa, incluido a él. “Lo de Adu es una pasada. Llegar en julio al Basconia desde el Santutxu y esa misma temporada, en enero, ser uno de los jugadores más importantes en la consecución de los objetivos del Bilbao Athletic –peleó casi hasta la última jornada por mantener la categoría– fue una sorpresa. Hizo seis goles. De un chaval de la cantera, que ya viene con esos hábitos lo puedes esperar más, pero él venía del Santutxu de Tercera y en nada estaba siendo de los más destacados del Bilbao Athletic en la Primera RFEF, el paso fue brutal”.
“Tiene una capacidad de concentración, de trabajo y sacrificio brutal unido a un muy buen uno contra uno”
Cuestionado sobre el motivo que hizo que Adu no llegara a Lezama hasta el pasado verano, Salinas no sabe encontrar los motivos, pero considera que de haber entrado antes en la cadena, aún sería mejor futbolista: “Quizá no dio el nivel antes, no se le vio... no lo sé. En mi primer año en el Basconia ya me di cuenta de que era el jugador más importante del Santutxu, aunque no le favorecía el juego. Era diferencial pese a ello. Si lo llegamos a incorporar hace 4 o 5 años, evidentemente habríamos podido hacer de él un jugador más potente, quizá algo distinto”.
Menos inesperado, según el técnico, fue el nivel ofrecido por Luis Bilbao, formado en Lezama desde los diez años y quien tras el choque amistoso ante el Bochum, el de su estreno como león, aseguró que era algo que llevaba “esperando mucho tiempo”. Para él, Patxi Salinas solo tiene buenas palabras: “Físicamente es el más fuerte de los dos. Es también un chico que no escatima el trabajo. Te lo va a dar todo. Tiene una capacidad de concentración, de trabajo y sacrificio brutal unido a un muy buen uno contra uno. Tiene una muy buena zurda y es un extremo con gol, de los que no hay muchos”.
“Lo suyo es una pasada. Llegó en julio al Basconia y terminó siendo uno de los más importantes del Bilbao Athletic”
En una línea similar, de nuevo con muy buenas palabras, al referirse a Padilla, su exentrenador desvela que es “un chaval muy centrado y muy calmado”. “Habla con pausa y es muy pausado. Vive en Lezama, en la residencia. Es un joven con el que hablas y te da la sensación de que es una persona más mayor, pero solo tiene 18 años –cumplirá 19 el próximo 1 de septiembre–”.
El mañana
En principio, tal y como ha podido saber este periódico, la idea del club pasa por quedarse con los tres futbolistas, que sigan con su formación en Lezama y ver qué pasa en el próximo mercado. Por Malcom son varios los equipos de Segunda División que han mostrado su interés, pero en principio la apuesta es que permanezca al menos unos meses más en Bilbao.
Al respecto, Patxi Salinas considera que todos ellos “tienen un gran futuro por delante” y que lo más importante para ellos es que “jueguen”. “Si van a ir convocados en una lista de 22 pero con posibilidades altas de jugar, bien. Si no es mejor que no les convoquen y que jueguen. Donde sea. Pero que jueguen”, relata el ahora técnico del Portugalete, quien ya vivió algo similar años atrás en su etapa como futbolista, cuando estuvo a caballo entre el primer y el segundo equipo. Alex Padilla, Luis Bilbao y Malcom Adu Ares, el futuro que viene.