El gasoducto ruso Nord Stream 1 también sufrió una caída de presión tras experimentar el Nord Stream 2, bloqueado por la intervención bélica de Rusia en Ucrania, el mismo percance poco antes, informó hoy la gestora de la infraestructura.
"Esta noche los empleados del centro de control del Nord Stream 1 registraron una caída de la presión en ambos hilos del gasoducto. Los motivos están siendo investigados", señaló Nord Stream AG, con sede en Suiza, en un breve comunicado.
Fugas de gas
Según la agencia rusa Interfax, que cita a la Administración Marítima danesa, se registraron fugas de gas en la zona económica exclusiva de Dinamarca al noreste de la isla de Bornholm, en el mar Báltico.
Este incidente se produjo poco después de que se detectara en la noche del domingo una fuga en uno de los hilos del Nord Stream 2, también en la zona económica exclusiva danesa, pero en esta ocasión al sureste de Bornholm, según el mismo medio.
Antecedentes
El Gobierno alemán confirmó la víspera una importante caída de presión en el Nord Stream 2, terminado y lleno de gas, pero por el que nunca se ha importado este combustible después de que Berlín suspendiera el proceso de aprobación poco antes de la invasión de Ucrania y descartara su puesta en marcha.
En concreto, la certificación del segundo gasoducto que transporta gas ruso directamente a Alemania por debajo del mar Báltico fue bloqueada por Berlín como respuesta al reconocimiento por parte de Moscú de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, en febrero.
Primer Nord Stream
El primer Nord Stream, con una capacidad de 55.000 millones de metros cúbicos de gas al año, está detenido también tras alegar Rusia una fuga de aceite en la única estación compresora rusa que aún estaba en funcionamiento.
Moscú afirma que la turbina afectada, al igual que las demás que van fallando, no puede ser reparada por Gazprom, que controla la infraestructura, debido a las sanciones occidentales, mientras que la Unión Europea (UE) considera que se trata de una excusa para "chantajear" a Europa con el gas como arma.