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El gasto en salud por habitante en Euskadi alcanzó los 3.650 euros en 2021, un 8,5% más que en 2020

El gasto corriente en salud en la CAV se situó en los 7.994 millones de euros en 2021, un 10,2% del PIB generado en el año
Pacientes en un ambulatorio.

El gasto corriente en salud en Euskadi se situó en los 7.994 millones de euros en 2021 y alcanzó los 3.650 euros per cápita. Este volumen de gasto supuso el 10,2% del PIB generado en el año, según datos elaborados por Eustat, calculados conforme a la metodología de la OCDE publicada en el Sistema de Cuentas de Salud (System of Health Accounts-SHA 2011).

El gasto en salud mide el consumo final de bienes y servicios para la salud, esto es, el gasto corriente realizado por cualquier agente financiador, según ha explicado el organismo.

La financiación de este gasto incluye al conjunto de las Administraciones públicas, Seguros de salud obligatorios, Seguros de salud voluntarios y Pago directo de los hogares.

Desde 2018, el total de gasto corriente en valor absoluto ha crecido a una tasa media acumulativa anual del 5,9%. En concreto, en 2019 creció un 5,0%, en 2020 un 4,6% y en 2021 un 8,2%. En porcentaje del PIB, ha pasado del 8,8% en 2018 al 10,2% en 2021. A su vez, el gasto por habitante se situó en 3.650 euros, lo que supuso un 8,5% más que en 2020.

Atendiendo al tipo de financiación, de los 7.994 millones de euros de gasto corriente en 2021, 5.573 millones euros corresponden al conjunto de las Administraciones públicas y Seguros de pago obligatorio y 2.421 millones de euros al conjunto de Seguros de salud de pago voluntario y Pago directo de los hogares.

La financiación de este segundo grupo es la que más creció, un 9,5%, frente al aumento del 7,6% del conjunto de las Administraciones públicas.

En el año 2020, año de mayor impacto por el covid-19, la aportación del conjunto de las administraciones públicas creció muy por encima de la aportación privada. Ésta creció sólo un 0,6%, consecuencia principalmente de la disminución en el Pago directo de los Hogares, mientras el crecimiento del conjunto de las Administraciones públicas fue del 6,4%.

Un análisis más detallado de los datos de la Cuenta de la Salud de Euskadi muestra que, en el reparto del gasto por funciones, la Asistencia sanitaria curativa es la que más aumenta (10,6%) y la de mayor peso, alcanzando el 57,3% del gasto corriente en 2021.

La segunda función en importancia es la correspondiente a Productos médicos (productos farmacéuticos, material sanitario y terapéutico), que representa el 16,3% del gasto corriente y tuvo un incremento más moderado en 2021, el 4,2%.

En tercer lugar, el gasto en asistencia sanitaria de larga estancia (que incluye el gasto destinado a la atención sanitaria a personas dependientes) representó el 15,0% del gasto corriente y, aunque en 2021 aumentó un 3,1%, su peso ha disminuido pasando del 16,5% en 2018 al 15,0% en 2021, debido a que en 2020 fue una de las funciones que menos creció.

En 2020, año del inicio del covid-19, las funciones que más crecieron fueron los Servicios sanitarios auxiliares (incluyen el gasto en análisis clínicos), con un incremento del 14,0% y los Productos médicos, con un aumento del 7,4%. La única función que disminuyó el gasto fue la Asistencia sanitaria de rehabilitación, que descendió un 0,6%.

La estructura de gasto por proveedores es similar a la de periodos anteriores. Así, la mayor parte del gasto se realizó en los hospitales (41,6%) y tuvo fuerte crecimiento tanto en 2021 (8,8%) como en 2020 (7,6%).

En segundo lugar, se sitúan los proveedores de asistencia sanitaria ambulatoria, que supusieron el 22,7% del gasto, y aumentó un 12,4% respecto a 2020. Este importante aumento se produjo tras un descenso en el año 2020 del 1,5% debido a la situación generada por el covid-19.

En tercer lugar, Minoristas y proveedores de productos médicos supusieron el 16,3% del gasto corriente y tuvo un crecimiento del 4,2% en 2021. El gasto en Establecimientos residenciales de larga estancia, alcanzó el 10,3% del gasto corriente.

El gasto restante (9,1%) corresponde a proveedores de servicios auxiliares (transporte sanitario, laboratorios), proveedores de servicios de prevención, administración del sistema de salud y el resto de la economía, que incluye a los hogares como proveedores de atención sanitaria domiciliaria. Por lo que se refiere a la comparación internacional, los últimos datos publicados por la OCDE para todos los países corresponden a 2020. GASTO CORRIENTE.

El gasto corriente en salud en Euskadi supuso el 10,3% del PIB, 0,6 puntos por encima de la media de la OCDE (9,7%). Mejor posición ofrece el gasto en salud per cápita en PPC($), que alcanzó los 4.929 en la Comunidad Autónoma Vasca, lo que la situó por encima de la media de OCDE y de países como Finlandia (4.566).

En el otro extremo, lejos de países como Suiza, con 7.179, de Alemania, con 6.936 y Noruega, con 6.536, todos ellos en el extremo alto de la tabla. Este indicador se mantiene por encima de la media OCDE desde 2003.

El indicador de esfuerzo de las administraciones públicas, esto es, el gasto en salud respecto al gasto total de las administraciones públicas en Euskadi fue del 16,0% en 2020.

Los últimos datos disponibles para poder realizar una comparación internacional en relación a este indicador corresponden al año 2019. Ese año la media de la OCDE se situó en el 15,4%, por debajo del 16,0% que se alcanzó en Euskadi.

01/11/2022