El Gobierno de Navarra y la Federación Navarra de Caza (FNC) han abierto este mes de marzo un proceso de diálogo, con el que avanzar en la toma de medidas urgentes de apoyo al colectivo cinegético. En el primero de esos encuentros, el Ejecutivo presento la hoja de ruta que va a seguir el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente con la Ley Foral de Protección de los Animales de Compañía de Navarra y el decreto foral que desarrolla su reglamento, para trasponer a la Comunidad foral la normativa estatal, una vez que se aprueba la Ley de Bienestar Animal en Madrid.
Este proceso de adaptación de la ley foral a la normativa básica estatal supondrá, según indicó el Gobierno, una revisión de las obligaciones contenidas, precisamente, en el reglamento de la citada ley foral. Como se recuerda, se trata de una normativa que está provocando el rechazo del sector cinegético, que ya avanzó que saldrá a las calles de Pamplona el próximo 2 de abril para protestar por un marco normativo que les impide realizar con seguridad la importante labor que desarrollan en el medio ambiente.
Fue la FNC la que solicitó al Ejecutivo una reunión con el mencionado departamento, con el objetivo de desatascar la situación y promover con celeridad la adopción de decisiones que modifiquen la deriva normativa del Gobierno en temas de caza. En ese encuentro participaron, por parte del Gobierno de Navarra, la consejera del ramo, Itziar Gómez; el director general de Medio Ambiente, Pablo Muñoz; el director general de Agricultura y Ganadería, Ignacio Gil; y el jefe del Servicio Forestal y Cinegético, Fermín Olabe. Por parte de la FNC, acudieron su presidente, José Ángel Remírez, el ingeniero forestal Aitor Merino y el asesor técnico veterinario Nicolás Urbani.
El Ejecutivo foral, por boca de la consejera Gómez, insistió en la necesidad de apoyar la actividad cinegética y, con la finalidad de contrarrestar las tensiones producidas por las recientes legislaciones, planteó diversas propuestas de trabajo, con las que lograr que se suavice una situación que ha puesto en alarma a los cazadores navarros, que ya están preparando la reactivación de la marea naranja para el 2 de abril en la capital navarra.
Con el propósito de avanzar en este marco de trabajo entre ambas instituciones, el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente se comprometió con la FNC a revisar las obligaciones recogidas en el Decreto Foral 94/2022, del 26 de octubre, por el que se aprobó el reglamento de desarrollo de la Ley Foral 19/2019, del 4 de abril, de Protección de los Animales de Compañía de Navarra. Muy especialmente, se hizo hincapié en el estudio de fórmulas alternativas a la identificación y vacunación obligatoria de hurones, pero que, a su vez, permitan tener un control sobre la población de estos animales y sus propietarios, a través de un censo o un registro.
Asimismo, se abordará la modificación de la ley de protección de los animales de compañía y de su reglamento, como consecuencia de la trasposición de la normativa básica estatal. Con ello, se posibilitará la regulación de la pauta vacunal para la rabia en base a instrumentos más sencillos que el decreto foral. Se realizará por medio de órdenes forales o de resoluciones adaptadas a la situación epidemiológica de cada momento.
Por otro lado, se acordó colaborar conjuntamente en un proyecto legislativo de Ley de Caza de Navarra más moderno y justo, en el que se analizarán, entre otros aspectos, temas como los instrumentos de planificación cinegética, los daños causados en los cultivos por especies cinegéticas o el régimen sancionador. Con esa norma, también se buscará una simplificación administrativa real o el aumento de la capacidad de autogestión de los cotos.
Sobre la mesa de trabajo estarán igualmente la recuperación de la subvención para los planes de ordenación cinegética (POC) y el incremento de las ayudas para los guardas de caza. Además, se estudiarán con la FNC inversiones propias del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, con dotación presupuestaria específica del Gobierno foral, para, entre otras cuestiones, el fomento de la perdiz roja, con la cría de la perdiz roja autóctona, la implementación de medidas de gestión y la mejora de hábitats subvencionada en zonas de reserva de los acotados.
Por último, ambas entidades considerarán llevar a cabo medidas de fomento del relevo generacional del colectivo cinegético navarro, dado el papel tan necesario que los cazadores representan en ámbitos muy relevantes, como la reducción de los accidentes de tráfico ocasionados por atropellos de animales, el control de las poblaciones silvestres, la disminución de los daños agrícolas, el freno a la expansión de enfermedades animales y un largo etcétera. Todas las iniciativas que se tomen en este sentido contarán con el asesoramiento de la FNC.
Si estos compromisos se traducen en la implementación de medidas de manera urgente, la Federación Navarra de Caza se comprometió en el encuentro con el Gobierno foral a trasladar a las sociedades de cazadores la recomendación de desconvocar la manifestación del 2 de abril en Pamplona. No obstante, si estas propuestas no ven la luz en las próximas semanas, la FNC ya avanzó al Ejecutivo foral que no le quedará más remedio que atender las reclamaciones de las sociedades de cazadores y redoblar sus esfuerzos para organizar la manifestación en la capital navarra.
En el origen de estas protestas del sector cinegético se encuentra la polémica ley de protección de los animales de compañía, una norma de la que desapareció, gracias a la presión de la FNC, la intención de contemplar como maltrato animal accidentes sin intencionalidad, así como la esterilización obligatoria. El principal objetivo de los cazadores es hacer ver al Gobierno que los perros y los hurones de caza han de tener una singularidad propia dentro del desarrollo reglamentario de la ley.
No solo eso, sino que existe una queja muy generalizada entre los cazadores navarros por las obligaciones de la vacunación antirrábica de los perros y las que han de cumplir las instalaciones que albergan a estos animales. De hecho, como consecuencia de estas nuevas normas, la previsión de la FNC es que se reduzca drásticamente el número de perros empleados en la caza, con lo que se produciría un aumento directo de las poblaciones de jabalíes y, con ello, Navarra sufriría un elevado repunte en la cifra de accidentes de tráfico y en los daños que estos ungulados ocasionan en los cultivos.