"El Gobierno del PSE está llevando a Eibar a una situación de parálisis"

Eibar – La nueva presidenta de la Junta local del PNV de Eibar, Isabel Elorza, y el portavoz del grupo municipal jeltzale, Josu Mendicute, comparecieron ayer en el Batzoki para hacer balance de los dos primeros años (la mitad) de la presente legislatura; un mandato que afrontan como el principal grupo de la oposición municipal tras haber incrementado un 30% el número de votos y haber sumado un edil más (tienen seis) en los últimos comicios locales.

Los representantes del PNV iniciaron su intervención subrayando su "disposición total" a realizar una "oposición constructiva" manteniendo una actitud "responsable y sin bloqueos"; algo que consideran "fundamental para que Eibar avance en una situación de crisis económica y social como la que estamos viviendo a consecuencia del covid-19".

En palabras de Isabel Elorza, "desde el inicio de la legislatura hemos tratado de ser proactivos realizando continuas propuestas de mejora en los más diversos ámbitos pero, para nuestra sorpresa, nos hemos encontrado con el rechazo inicial a muchos de nuestros planteamientos por parte del equipo de gobierno, que al final ha acabado por incluir nuestras propuestas en el plan de choque para hacer frente a la crisis, por lo que el tiempo nos ha dado la razón".

En este sentido, la presidenta del UBB del PNV asegura que se sienten "muy incómodos con la actuación del gobierno socialista". De hecho, los jeltzales ven al nuevo alcalde, Ion Iraola, "desbordado" y consideran que "está más preocupado por cuidar su imagen que por resolver los problemas de la ciudad". Por ello, desde el PNV aseguran que "la actitud del PSE está llevando a la ciudad a una parálisis que no nos podemos permitir".

En la misma línea, Mendicute incide en "la falta de planificación y capacidad de reacción" del Gobierno de una ciudad que presenta "unos niveles de desempleo y renta per cápita como para hacérnoslos mirar". Según el portavoz jeltzale "lo ocurrido en Arragüeta es un ejemplo claro de la dejadez absoluta con la que gobierna el PSE. Tras años pidiendo que declarara en ruina el inmueble que se cayó, la misma mañana del desplome nos dijeron que no había riesgo".