El Partido Nacional Escocés (SNP) y el Partido Verde, que comparten el Gobierno en Escocia, han roto este jueves su acuerdo, después de que el Ejecutivo se viese obligado a renunciar la semana pasada a los objetivos para reducir la emisión de gases contaminantes y combatir el cambio climático.
Esta renuncia, que implicaba que Escocia ya no se marcaba reducir en un 75% las emisiones antes del año 2030, supuso para los verdes una concesión inaceptable que se sumaba a las discrepancias previas por las políticas en materia de autodetermación de género.
EL SNP gobernará en minoría
El SNP cuenta actualmente con 63 escaños, pero necesita de los siete del Partido Verde para superar el umbral de la mayoría absoluta --el Parlamento escocés tiene un total de 129 escaños--. El acuerdo de 2021 supuso un hito inédito para los verdes, que por primera vez entraron en un Gobierno en Reino Unido.
El ministro principal de Escocia, Humza Yousaf, ha convocado una reunión de emergencia y ha confirmado que gobernará en minoría. En este sentido, ha confirmado ante los medios la ruptura del acuerdo, habida cuenta de que ya no garantiza a "estabilidad", y ha establecido "un nuevo comienzo para el SNP".
"Gobernar en minoría será duro y difícil", como él mismo ha admitido, pero se ha mostrado "preparado" para el reto, informa la cadena Sky News. Deberá aguantar hasta las próximas elecciones, que en cualquier caso deberán tener lugar en menos de un año.
Por su parte, la líder de los verdes, Lorna Slater, ha recriminado al partido secesionista su "cobardía política" y le ha acusado de "vender a las futuras generaciones para apaciguar a las fuerzas más reaccionarias".