Tras el resultado que han arrojado las elecciones en Catalunya, y pese a las advertencias del líder de Junts, Carles Puigdemont, de que si no es investido president dejará caer a Pedro Sánchez, el Gobierno español se muestra convencido de que saldrá airoso del doble reto que se le presenta: por un lado, habrá un Govern liderado por Salvador Illa después de los comicios que dieron una contundente victoria al PSC, y además Sánchez será capaz de agotar la legislatura y de mantener los apoyos que le sostienen en el Congreso, entre ellos Junts y ERC.
Un combo en toda regla tal y como afirmó ayer martes la portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría. “No me cabe ninguna duda de que va a haber Gobierno en Catalunya que atienda esa petición de los catalanes de abrir una nueva etapa y sobre todo de que a esta legislatura le quedan tres años como poco”, dijo. Rechazó por tanto que exista riesgo para la viabilidad del Ejecutivo de coalición o que los partidos independentistas puedan retirarle su respaldo en la Cámara baja.
La portavoz respondió además al expresident de la Generalitat y cabeza de lista de Junts, Carles Puigdemont, que se ha postulado para la investidura y ha defendido que puede sumar mayoría a pesar de no ser el más votado, igual que lo hizo el propio Sánchez después de las elecciones generales del 23 de julio, en las que quedó por detrás del PP.
“Hay cuestiones que sinceramente no cuelan, es que no las compra nadie”, aseguró Alegría, que reiteró que los catalanes hablaron el domingo en las urnas “con claridad rotunda”. Dejó además claro que el Ejecutivo no va a hacer ninguna valoración sobre posibles acuerdos futuros entre los partidos en Catalunya y subrayó que el Govern “se tiene y se va a elegir” en esta comunidad. “Quien primero tendrá que trasladar su posición es el partido que ha sido claramente el vencedor en estas elecciones”, insistió, por lo que el candidato del PSC, Salvador Illa, podrá hacer a su antojo en la negociación que se inicia ahora. El PSC quedó en primer lugar con 42 escaños, seguido de Junts con 35.
Contradicción
La visión del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, es diametralmente opuesta y consideró que Pedro Sánchez hará president a Carles Puigdemont para mantenerse él mismo en La Moncloa, pero que lo “ocultará“ hasta después de las elecciones europeas del 9 de junio, al igual que sucedió, según él, con los indultos, la rebaja de la malversación o la amnistía.
Ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP, se mostró convencido de que Sánchez “como siempre va a dar al independentismo el poder que no le han dado las urnas”. Añadió que el “constitucionalismo que representa el PP” es la única vía para “salir adelante del disparate de haber entregado a una sola persona, Carles Puigdemont, el poder”.
Ayer se produjo, eso sí, una fisura en el discurso del PP, ya que mientras Feijóo advirtió de que “el procés no ha muerto”, el cabeza de lista del partido a presidir la Generalitat, Alejandro Fernández, aseguró que esa fase se ha “finiquitado” en las urnas. Este matizó después en un mensaje en X que “los catalanes hemos votado finiquitar el proceso, pero es evidente que Sánchez, Illa y Puigdemont pretenden continuarlo”.
Tsunami
“Violencia extrema”. Dos policías heridos en los disturbios en la plaza de Urquinaona de Barcelona el 18 de octubre de 2019 en protesta por la sentencia del ‘procés’, declararon ayer ante el juez del ‘caso Tsunami’ que ese día temieron por su vida y llegaron a pensar que los manifestantes “buscaban un muerto” entre los agentes. En la causa abierta por delitos de terrorismo, los dos coincidieron en destacar la perfecta organización de los manifestantes para causar daño y la “violencia extrema” que vivieron.