El Gobierno de Navarra salió ayer al paso de las críticas que en las últimas horas han verbalizado distintos portavoces de la derecha para recordar que la competencia exclusiva de Tráfico y Seguridad Vial es una demanda histórica de la Comunidad Foral y, en concreto, de todos sus gobiernos en la etapa democrática.
El consejero de Interior, Javier Remírez, mostró así su malestar con algunas acusaciones realizadas estos días y que calificó de falsedades. “Todos los Gobiernos de Navarra, de todos los colores políticos, han reclamado la transferencia de Tráfico para la Comunidad foral, y en este caso, el ejercicio exclusivo por parte de la Policía Foral”, argumentó Remírez, que subrayó que se trata de una cuestión “absolutamente pacífica en los distintos Gobiernos de Navarra que se han sucedido desde la etapa democrática”.
El Ejecutivo foral en cualquier caso quiso enfriar las expectativas generadas después de que Pedro Sánchez anunciara este martes en el Senado que la competencia sería efectiva el 31 de marzo próximo. Un compromiso asumido además con EH Bildu en el marco del acuerdo presupuestario, y que Chivite también avanzó en el último pleno sobre el estado de la Comunidad. “Todas estas cuestiones en materia de transferencias y competencias se trabajan de Gobierno a Gobierno y se acuerdan de Gobierno a Gobierno en los diferentes instrumentos, en este caso, todas ellas se circunscriben al ámbito de nuestro Convenio Económico”, matizó la portavoz, Elma Saiz.
El Gobierno da por bueno así el anuncio de Pedro Sánchez y celebra el pacto presupuestario con EH Bildu que, según la propia portavoz, “viene a sumar”. “Bienvenido sea cualquier acuerdo que sea positivo para Navarra”, señaló Saiz, que sin embargo relativizó su importancia, remarcando que la transferencia, al final, la debe pactar el propio Ejecutivo foral. “El compromiso político es firme y existe y en esta legislatura la presidenta Chivite así lo ha verbalizado”, enfatizó Saiz.
En cualquier caso, y más allá de las disputas por los méritos que surgen ya en el debate político, el pacto con el Estado no está cerrado, aunque sí cerca. Por lo que si –nuevamente– nada se tuerce, será una realidad antes de que acabe la legislatura. “Hay voluntad política clara y hay avances claros. Confiemos en que en un pronto espacio de tiempo resolvamos la cuestión”, señaló Remírez,
Competencia íntegra
Su aplicación práctica no obstante será más lenta, según explicó Remírez, que debe acordar también el cronograma de la asunción de funciones por parte de la Policía Foral, que será progresiva. “Se establecerá un periodo transitorio en el cual primero se activa la pasarela de incorporación de miembros de la Guardia Civil a la Policía Foral y luego a partir de ahí la progresiva incorporación de nuevos efectivos de la Policía Foral, que están cuantificados en torno a 120, para lo que es el despliegue definitivo de la competencia”, apuntó.
Los agentes de la Guardia Civil que no pasen a Tráfico de Policía Foral, o bien serán reubicados dentro de otros servicios de la propia Guardia Civil de la Comunidad Foral, o bien irán a otros lugares, siempre de manera voluntaria. Pero ninguno dejará Navarra si no quiere. Un detalle en el que insistió ayer Remirez ante las dudas generadas por la oposición. “Ningún guardia civil que voluntariamente quiera residir en Navarra va a salir de Navarra. Con esto queremos desmentir auténticos bulos, insidias, absolutamente injustificadas, que estamos escuchando”, insistió.
El Gobierno foral garantiza de todas formas que la vigilancia de las carreteras será exclusiva de la Policía Foral, y no compartida por la Guardia Civil. Lo que disipa algunas dudas que había planteado el propio Sánchez al señalar que sería una labor “coordinada”. “La Guardia Civil en materia de Tráfico dejará de tener esas funciones, pero siempre habrá coordinación, como existe ahora, entre la Comunidad Foral y el Gobierno de España y las comunidades limítrofes en la gestión de Tráfico y Seguridad Vial, y esa es la línea de trabajo con el Ministerio”, explicó.
El PSOE denuncia la “demagogia” del PP, que ve una victoria de ETA
La transferencia de Tráfico a Navarra ha levantado una nueva polémica en Madrid, donde el ambiente ya está de por sí polarizado. El PP ha aprovechado el acuerdo presupuestario con EH Bildu para atacar al Gobierno de Sánchez y vincular la competencia con las exigencias de ETA. “La salida de la Guardia Civil de Tráfico de Navarra es una reivindicación de los herederos de ETA que va a firmar Pedro Sánchez”, afirmó ayer la portavoz del PP, Cuca Gamarra.
Al paso de las críticas tuvieron que salir dos pesos pesados del Gobierno y del PSOE, la ministra de Economía, Nadia Calviño, y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños. La primera defendió que la presencia de la Guardia Civil en Navarra “no se reduce, incluso se refuerza”. Calviño recordó además que el Gobierno de Aznar también pactó con UPN la devolución de Tráfico.
Por su parte, y en respuesta al diputado navarro Carlos García Adanero, que criticó duramente el pacto con EH Bildu, Bolaños denunció la “demagogia” y las “mentiras” de la derecha con este tema. “Es falso que la Guardia Civil se vaya a ir de Navarra”, replicó el ministro, que atribuyó a Zapatero, Rubalcaba y Patxi López el éxito de la desaparición de ETA. “Nadie puede dar lecciones al PSOE en la lucha en favor de las libertades y contra el terrorismo etarra”, señaló Bolaños.