Los socios del Gobierno de Navarra reiteraron ayer su deseo de “cumplir” la Ley de Memoria Democrática recientemente aprobada en Madrid, pero no aclararon si eso implica retirar la Medalla de Oro, máximo galardón de la comunidad, al empresario y político Félix Huarte (Pamplona, 1896-1971) como ya ha hecho el Gobierno central con la medalla al Mérito en el Trabajo. La polémica surge a raíz de esta última decisión, que el Ministerio del Trabajo justifica en las vinculaciones de Huarte con el régimen franquista. El empresario navarro fue impulsor del programa de promoción de industrialización de Navarra de los años 60, pero también un constructor que creció a la sombra del régimen. Entro otros, construyó el Valle de los Caídos utilizando como mano de obra a los presos republicanos.
El Gobierno foral aseguró el pasado miércoles sin embargo que mantenía el reconocimiento institucional porque se trata de “una medalla colectiva, no personal”. Su portavoz, Elma Saiz, justificó además la decisión en que el nomenclator de personas vinculadas al franquismo elaborado por la UPNA en 2013 no incluía a Huarte ni a Javier Urmeneta, exalcalde de Pamplona premiado también con la Medalla de Oro de 2014. Saiz aseguró incluso que el Ministerio estaba “revisando” la decisión.
Sin embargo, el nomemclator de la UPNA sí que incluye a Huarte como persona vinculada al franquismo, por lo que propone eliminar los reconocimientos institucionales. Donde no se incluye es en la lista elaborada posteriormente por el Gobierno foral en 2016 para desarrollar la ley. Y es ahí donde han vuelto a surgir las diferencias entre el PSN y Geroa Bai.
Porque los socialistas alegan ahora que fue el Gobierno de Uxue Barkos quien decidió no incluir a Huarte entre la lista de dirigentes del franquismo. “La UPNA, en la anterior legislatura, hizo una propuesta y la comisión técnica del Gobierno anterior tomó una decisión, entendemos que con criterios técnicos y razonados para sacar el nombre de Félix Huarte de esa lista”, afirmó su portavoz, Ramón Alzórriz, para justificar la decisión del Gobierno actual.
Barkos sin embargo subrayó que aquella lista era “provisional” para comenzar a trabajar una vez aprobada la ley. La lista de UPNA era extensa, por lo que hubo que priorizar unos nombres sobre los que actuar y comenzar a cambiar, por ejemplo, nombres de calles o plazas en diversas localidades navarras. “El Gobierno no retiró ningún nombre porque no es nadie para hacerlo. Lo que hizo fue elaborar un censo inicial, pero siempre abierto a seguir cumpliendo la normativa”, argumentó Barkos, que defendió que el nombre de Huarte nunca ha desaparecido del nomenclator de la UPNA.