El Gobierno francés presentó hoy el proyecto de ley para incluir el aborto en la Constitución con una fórmula que especifica "la libertad garantizada" de las mujeres a recurrir a la interrupción voluntaria del embarazo, por la falta de consenso para utilizar el término "derecho".
El texto lo presentó este martes la primera ministra francesa, Élisabeth Borne, en una reunión del Consejo de Ministros y se espera que inicie el trámite parlamentario en la Asamblea Nacional (cámara baja) el próximo 24 de enero.
En la preparación de este proyecto de ley, el ejecutivo del presidente Emmanuel Macron encontró que, si bien hay consenso político para dar al aborto garantías constitucionales, la Asamblea Nacional y el Senado (de mayoría conservadora) divergen "en la manera de escribirlo".
Esa alusión hacía referencia al debate sobre el uso de la palabra "derecho", preferido tanto por la izquierda como por los defensores de los derechos de las mujeres, que finalmente se ha desechado.
El proyecto de ley modificaría en concreto el artículo 34 de la Carta Magna francesa, al añadir tras su párrafo decimoséptimo la siguiente fórmula: "La ley determina las condiciones en las que se ejerce la libertad garantizada de la mujer de recurrir a la interrupción voluntaria del embarazo".
Este cambio es en realidad un gesto simbólico, ya que el propio Ejecutivo apunta que en Francia "esta libertad hoy no está directamente amenazada o cuestionada", si bien "ese no es el caso en otros Estados".
En concreto, el debate sobre la pertinencia de blindar el derecho al aborto en la propia Constitución se activó en Francia a raíz de la decisión del Tribunal Supremo de los Estados Unidos de junio de 2022 que revertía la jurisprudencia (el caso Roe vs. Wade) que protegía la libertad de las mujeres para elegir si interrumpir su embarazo.
"Incluso en Europa, hay corrientes que buscan obstaculizar la libertad de las mujeres de interrumpir sus embarazos si lo desean", indicó el Gobierno en un comunicado sobre el desarrollo de la reunión del Consejo de Ministros.
En este contexto, la inscripción de "esta libertad en nuestra ley fundamental hará de Francia uno de los primeros países del mundo y el primero de Europa en reconocer en su constitución la libertad de recurrir a la interrupción voluntaria del embarazo" y permite "consagrarla" con el nivel de protección más alto dentro de la jerarquía de normas. Eso, dice el Gobierno, evitará "cualquier desafío" a través del derecho.
Para ser aprobada, al tratarse de una modificación constitucional, esta iniciativa deberá sumar el apoyo de tres quintos de los legisladores franceses.