Con una financiación de 286.657,22 euros, por parte del Gobierno de Navarra, han comenzado los trabajos de restauración del torreón del castillo de Cortes, principal emblema de su perfil. Los trabajos tienen como fin restaurar completamente el interior y el exterior del edificio, recuperando su estabilidad estructural y constructiva. Tras la finalización del proceso, se podrá incorporar por primera vez el torreón a las visitas públicas del castillo, declarado en 1993 Bien de Interés Cultural, con categoría monumento histórico-artístico.
El proyecto, promovido por la Dirección General de Cultura y el Ayuntamiento de Cortes, ha sido redactado por Iñigo Esparza Andrés, arquitecto municipal de Cortes, y Javier Sancho Domingo, arquitecto de la Sección de Patrimonio Arquitectónico del Gobierno de Navarra. Se plantean tres niveles de actuación, siguiendo los criterios marcados por la Institución Príncipe de Viana en anteriores obras. La ejecución de las obras ha sido adjudicada a la empresa Construcciones Rubio Morte
Por un lado, se recuperarán los forjados en todos los niveles del torreón, desde la solera hasta la cubierta. Algunos de ellos se reforzarán, conservando las soliverías de madera y viguetas para no modificar el aspecto actual de las salas, y otros serán sustituidos completamente por encontrarse colapsados. Por otro lado, se rehabilitará completamente el exterior del torreón, realizando una revisión del muro estructural, sellado de grietas y fisuras, limpieza y rejuntado de fábrica de piedra, y renovación de carpinterías y rejas. Además, se acondicionarán las salas, reparando revestimientos y solados, así como carpinterías interiores de madera. También se reparará el sistema de recogida de pluviales actual mediante la sustitución de las actuales gárgolas, se renovará el sistema de electricidad actual y, por último, se instalarán medidas de protección contra incendios.
En la llamada sala de estudio o biblioteca, está previsto actuar exclusivamente la adecuación estructural y constructiva de la sala. No se prevé la actuación en el papel pintado con escena bélica, que parece representar la conocida como Guerra de África o Guerra de Marruecos (1859-1860).
Todas estas labores están destinadas a la continuación de los trabajos de conservación y rehabilitación del castillo, que han tenido lugar desde el año 2004 mediante diversos proyectos, cuando presentaba un aspecto de deterioro considerable, consecuencia de las inclemencias meteorologías y del abandono.
En sus orígenes, allá por el siglo X, el castillo fue una fortaleza musulmana, enclavada en un territorio que durante dos siglos estuvo controlado por el clan muladí de los Banu Qasi, según el historiador Juan José Martinena Ruiz. Tras la reconquista de Tudela y su comarca por Alfonso I el Batallador el año 1119, el rey confió su guarda al noble Ramón de Alperche y, en los primeros años del siglo XIII, el señorío de Cortes perteneció al linaje de los Abarca. Por su situación estratégica, en plena frontera con Aragón y no lejos de la de Castilla, esta fortaleza resultó afectada en mayor o menor medida en varios momentos de conflicto armado con o entre ambos reinos. Es por ello que el pueblo de Cortes estuvo antiguamente amurallado. En 1802, todavía se conservaban en pie parte de los muros que defendían la villa y las dos puertas por donde se entraba.
En la actualidad, el uso principal del castillo es la visita pública. El Ayuntamiento, con la colaboración de la asociación de Amigos del Castillo de Cortes, viene acondicionando desde hace años de forma progresiva las estancias con su mobiliario y hoy en día se puede visitar la mayor parte del monumento. En 2017, se acondicionó el ala norte de la planta primera para acoger una exposición relativa al yacimiento arqueológico el Alto de la Cruz, que se visita conjuntamente con el resto del castillo.