Política

El Gobierno mantiene abierto el diálogo aunque Bildu no renuncia a sus condiciones

Otxandiano lleva a su última reunión de Presupuestos una oferta que insiste con el salario mínimo y la vivienda, un punto donde pide un cambio de rumbo
El portavoz de EH Bildu, Pello Otxandiano, explica este viernes su posición mientras entran en la Cámara el lehendakari Pradales y miembros de su equipo / Efe

Si no lo era desde el principio, esta negociación presupuestaria se ha convertido ya casi en exclusiva en una partida de ajedrez. El Gobierno vasco y EH Bildu han mantenido este jueves una nueva reunión, la sexta ya, en teoría con el objetivo de acercar posiciones sobre las Cuentas del año que viene e intentar que sean aprobadas con un respaldo más amplio que la mayoría absoluta de PNV y PSE. Por tanto, la aprobación de las Cuentas el 20 de diciembre está garantizada. La cuestión es si verán la luz exclusivamente con los votos de los dos partidos del Gobierno. El Ejecutivo había anunciado el miércoles que presentaría una nueva oferta a la coalición abertzale, que a su vez venía de decir públicamente que la pelota estaba en el tejado del consejero d’Anjou. Pero dos horas antes del encuentro, llegó la sorpresa, Pello Otxandiano movió pieza y anunció que EH Bildu también llevaría otra oferta. De esa forma, EH Bildu podía tratar de marcar el terreno de la negociación. Su propuesta incide de nuevo en la vivienda y en impulsar un salario mínimo vasco adaptado al nivel de vida de la comunidad autónoma, al parecer con una argumentación para tratar de acreditar que sus propuestas son realizables.

Tras el encuentro, ambas partes decidieron mantener “abierta” la negociación. Nadie quiere dar un manotazo al tablero y presentarse como el responsable de romper este diálogo, pero el resultado es muy incierto. EH Bildu volvió a insistir en que el Gobierno vasco tiene que dar un volantazo a su política de vivienda, una aspiración que podría apuntar demasiado alto si lo que tiene enfrente es un Ejecutivo con mayoría absoluta. Tampoco está claro si esas declaraciones se corresponden con lo que realmente ha propuesto en su oferta, o si modula sus posiciones en los papeles para alcanzar un acuerdo porque le conviene ganar protagonismo y tratar de presentarse como un partido capaz de hacerse corresponsable de la gestión. No es posible saberlo porque las ofertas no se han hecho públicas y a nivel declarativo prima la confusión, con apreciaciones que se han desmentido desde el Gobierno vasco.

"Algo falla"

Antes de la reunión y de que arrancara la sesión parlamentaria, Pello Otxandiano compareció ante los medios de comunicación en la entrada de la Cámara vasca para marcar posición “en los últimos coletazos de la negociación”, que se despejará en “días” o en horas. “No estamos cerrados a la negociación sobre otras cuestiones”, aclaró, pero insistió en que quieren poner sobre la mesa la vivienda y el salario mínimo. El lehendakari se había mostrado sorprendido por la forma en que EH Bildu ha centrado la negociación en esos dos puntos en lugar de abrirla hacia la transición energética (al final de la legislatura pasada se pactó la ley que sentaba las bases) o euskera.

“Son 125.000 personas las que solicitan vivienda protegida, en su mayoría de alquiler, porque no pueden afrontar los precios. Estamos en un contexto de emergencia habitacional. Hay una constatación: la política de vivienda que se viene haciendo no funciona”, dijo Otxandiano, con el argumento de que, aunque se invierta dinero público en prestaciones y deducciones fiscales, el problema no se resuelve. “Por tanto, algo falla”, concluyó. A partir de ahí, pidió un “punto de inflexión”, un “cambio” en la política de vivienda.

Sobre el salario mínimo, reconoció que la comunidad autónoma “no es competente” para fijarlo por ley (la competencia es del Estado), pero añadió que, mientras llega la competencia, “lo que podemos hacer es un acuerdo interprofesional” con la patronal y los sindicatos en 2025. “Un acuerdo político sería fundamental porque allanaría el camino para que ese acuerdo interprofesional se pueda materializar”, añadió. Esa es la posición que mantiene EH Bildu en una de sus enmiendas a los Presupuestos, y el vicelehendakari segundo, el socialista Mikel Torres, también había apostado públicamente por impulsar el debate en la mesa de diálogo social, a la que llevaría un informe en el primer semestre del año que viene con una posible cifra y a la que corresponde en exclusiva decidir si lo aplica o no por propia voluntad, porque legalmente la CAV no puede imponerlo.

Pero esto no es lo que había dicho EH Bildu esta semana. Nerea Kortajarena había dicho que ese planteamiento deja fuera a las empresas sin convenio, y Arnaldo Otegi había añadido a las empresas con convenio estatal e incluso había especulado con una reforma del Estatuto de los Trabajadores para que las comunidades autónomas pudieran complementar el sueldo mínimo que fija el Estado. Esa reforma se haría en el Congreso y a nadie le consta que se haya movido nada al respecto en esta negociación. Si es en el Congreso, EH Bildu tiene en ese caso unos escaños que son decisivos y con los que podría presionar a Pedro Sánchez, que sí tiene la competencia. Este mismo viernes, EH Bildu ha lanzado un vídeo en redes sociales, de aroma promocional, donde Kortajarena, ahora sí, habla en términos de negociación colectiva y no de reforma legal.

Abiertos a seguir

Otxandiano añadió que están “absolutamente abiertos a seguir dialogando” y que hay que aprovechar estos días. Hay festivos de por medio, y las enmiendas a la totalidad se votan este martes, pero EH Bildu estira la negociación hasta el trámite final del día 20. La coalición admite que las posiciones están alejadas, pero matiza que hay tiempo, y lamenta las declaraciones “muy desafortunadas y sesgadas” sobre las propuestas que hace Bildu. La coalición insiste en que está dispuesta a moverse. En sus enmiendas, pide 95 millones de euros para adquirir vivienda de protección oficial o libre y dedicarla al alquiler social, y para que los ayuntamientos apliquen el decreto de vivienda vacía. Pero plantea otros compromisos políticos relacionados con esa materia.

El lehendakari Pradales inició la legislatura con una apuesta por los acuerdos y, en ese sentido, tras el aviso que lanzó el miércoles, el Gobierno no ha querido realizar más declaraciones y apuesta por la discreción. Por su parte, tampoco rompe la baraja.

06/12/2024