El Gobierno español eliminará este martes la obligatoriedad de llevar mascarilla en los transportes y establecimientos sanitarios como ópticas y ortopedias, aunque habrá que seguir usándola en centros sanitarios y sociosanitarios, en farmacias y en botiquines.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, elevará a la reunión del Consejo de Ministros la reforma del real decreto que regula el uso de mascarilla aprobado en abril de 2022, con la que el Estado será el último país, tras Alemania -que lo hizo la semana pasada-, en poner fin a su uso obligatorio en trenes, autobuses, metros, aviones y demás transportes.
Con la nueva norma tampoco habrá que llevarla en ortopedias, ópticas y centros de audioprótesis, pero sí en farmacias y botiquines, aunque también estén catalogados como establecimientos sanitarios como los tres anteriores.
Por lo demás, seguirá siendo obligatoria en los centros y servicios sanitarios regulados en un real decreto de 2003 que enumera hasta un centenar, desde centros de salud a hospitales -sean generales, especializados, de media o larga estancia-, bancos de tejidos, de semen, centros de reconocimiento médico, clínicas dentales, de estética o la consulta del fisioterapeuta, entre otras.
Seguirá siendo obligatoria además en residencias y resto de centros sociosanitarios para las personas que trabajen en ellos siempre que estén en contacto con personas residentes y para los visitantes cuando estén en zonas compartidas.
La nueva normativa sobre el uso de mascarilla entrará en vigor cuando se publique en el BOE, lo que ocurrirá previsiblemente mañana.