El Gobierno vasco adelantará un año la aprobación de la Ley vasca de Educación. El lehendakari Iñigo Urkullu dedicó a la enseñanza una parte destacada de su intervención inicial en el pleno de Política General puesto que la educación "es una herramienta clave para nuestro futuro". Urkullu anunció ante la Cámara Vasca que el objetivo del Ejecutivo es "adelantar el nuevo Proyecto de Ley de Educación y aprobarlo en el año 2022". Pero para lograrlo se precisa trenzar un "consenso de partida: el Pacto Educativo". No es muy habitual el cumplimiento estricto del calendario legislativo y, mucho menos, que un Gobierno quiera adelantar un año la fecha prevista para aprobar una norma.
El gesto del lehendakari de dirigir el foco hacia la educación y poner una fecha concreta para esta ley adquiere una relevancia especial. Podría indicar, además, que hay mimbres suficientes para alcanzar el Pacto que guíe los pasos de la escuela vasca del futuro. La aprobación de la ley vendría a responder, asimismo, a la demanda social de hacer del Sistema Educativo Vasco un espacio de estabilidad y acuerdo. En este punto, Urkullu dijo: "La sociedad en general y los agentes sociales implicados en particular nos exigen un amplio consenso en el ámbito educativo".
El anuncio del lehendakari mete una marcha más al curso HH (Hizkuntza-Hitzarmena/Pacto Educativo), tal y como lo definió el consejero de Educación Jokin Bildarratz en la apertura oficial del año académico. En la entrevista publicada el 11 de setiembre en DEIA, Bildarratz explicó que Hizkuntza-Hitzarmena no parte de cero porque "llevamos un año visitando centros y escuchando sus necesidades... Una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil". En la misma entrevista, avanzó que a partir de octubre la Sociedad de Estudios Vascos-Eusko Ikaskuntza se encargará de "dinamizar" y aportar "método" al diálogo que se abrirá próximamente con los agentes de la escuela vasca.
Bajo el paraguas académico y el prestigio social de Eusko Ikaskuntza se llevarán a cabo jornadas y reflexiones abiertas con el fin de "llegar a un acuerdo amplio sobre la definición de lo que tiene que ser la escuela vasca los próximos 30 años", afirmó Bildarratz. Este acuerdo previo a la futura ley es crucial ya que "no podemos imitar –dijo– modelos que cada poco tiempo ponen en cuestión el marco legal. Estos días el Partido Popular ha dicho públicamente que si llega al Gobierno de España derogará la ley que se acaba de aprobar en Cortes Generales, la Lomloe. No podemos vivir la educación con esa incertidumbre. Las familias lo que necesitan es certidumbre, la mejor educación para sus hijos y que los partidos y las instituciones despoliticen la enseñanza". Por eso, desde el Departamento de Educación creen que es importante "invertir tiempo, debate y comunicación con los involucrados, recoger sus aportaciones en un documento y optar por un Acuerdo que, en su caso, nos pueda llevar hacia una ley vasca".
Eusko Ikaskuntza como mediador
El mismo sábado la Sociedad de Estudios Vascos congregó a 100 agentes clave (de la educación, la cultura, la sociedad civil o la política) en Eureka! Zientzia Museoa para "poner las bases para identificar de forma colaborativa las principales problemáticas del Sistema Educativo Vasco, para identificar a su vez los escenarios futuros y establecer un orden compartido de prioridades". La función de Eusko Ikaskuntza fue la de intermediar entre agentes que se puedan encontrar distanciados entre sí, aplicando una metodología basada en la cooperación para "definir las reflexiones y los retos que puedan ser consensuados entre todas las visiones ideológicas, sin negar a ninguna su legitimidad".
Fuentes del mundo de la enseñanza que participaron en dicho foro consultadas por este periódico coinciden en señalar que la aportación Eusko Ikaskuntza en la construcción del acuerdo "suena muy bien" y que tanto lo escuchado como las dinámicas de trabajo desarrolladas en el encuentro de Donostia fueron "muy enriquecedoras".
Por su parte, EH Bildu también se ha mostrado abierta al diálogo. En una rueda de prensa celebrada este lunes la coalición abertzale mostró su "plena disposición a negociar y acordar" con el Gobierno vasco un pacto educativo, que deberá "ser fruto de un amplio consenso político y social, construido con bases sólidas, que abra el camino para los próximos veinte años", y por lo tanto, se deberá trabajar "de forma participativa, mediante una verdadera gobernanza abierta y cooperativa, y dedicando al proceso el tiempo necesario". Y en el pleno de ayer jueves Podemos mostró su disposición para "apoyar" al Gobierno vasco si la futura ley vasca pone el acento en la pública.
"La sociedad y, en especial, los agentes implicados nos exigen un amplio consenso en el ámbito educativo"
"Nuestro objetivo es adelantar nuestro proyecto de Ley y aprobarlo en 2022"
Iñigo Urkullu
Lehendakari