Actualizado hace 10 minutos
En la anterior legislatura, cuando las mayorías eran más holgadas para el Gobierno español, los socios de Pedro Sánchez sufrieron en propias carnes cómo los compromisos políticos que lograban arrancar se quedaban atascados después a la hora de traducirlos a nivel técnico para aplicarlos, por las dificultades que aducían los ministerios implicados o los cargos intermedios para hacerlos realidad. Ese amargo recuerdo no lo van a revivir el PNV ni las haciendas forales con la concertación de los impuestos a la banca, las multinacionales y los vapeadores. Este acuerdo lo anunció el PNV el pasado 30 de octubre, es uno de los más celebrados por el grupo jeltzale en el Congreso porque aportará más dinero a las arcas vascas y permitirá a sus instituciones regular la cuantía de los impuestos, y está ya totalmente amarrado a nivel técnico entre los gobiernos vasco y español. Por un empeño del PNV, las conversaciones a nivel político y técnico han ido en paralelo para evitar demoras en la aplicación. La secuencia ha sido casi meteórica: el jueves se aprobó en el Congreso, y el viernes hubo firma entre los gobiernos. El consejero de Hacienda, Noël d’Anjou, firmó el pasado viernes por vía telemática con la ministra del ramo, la vicepresidenta María Jesús Montero, el preacuerdo que detalla cómo materializar esta concertación.
Así lo ha anunciado este martes la portavoz Maria Ubarretxena en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. En concreto, el pasado 30 de octubre, el PNV del Congreso, liderado por Aitor Esteban, revelaba que había alcanzado un acuerdo para concertar los impuestos a las multinacionales y la banca con las haciendas forales de la CAV y Nafarroa. El pacto se produjo en la tramitación de la iniciativa para aplicar en el Estado español el impuesto europeo para que las grandes empresas paguen como mínimo un 15%. Es un impuesto complementario pensado sobre todo para las empresas que mueven su sede, es decir, si una multinacional abre una sede en otro país para pagar solo un 5% de Sociedades, tendría que abonar a las haciendas forales el 10% restante hasta el 15% mínimo europeo. Su concertación implica que el dinero vaya a parar a la tesorería vasca y que la CAV pueda regular ese porcentaje.
Pero, en el marco de esa iniciativa, el PSOE aprovechó para colgar otros impuestos, como la prórroga del impuesto a la banca, que en realidad hasta ahora era una prestación no tributaria y, como tal, las haciendas forales no lo podían recaudar, sino recibir únicamente una compensación económica del Estado. Esa situación cambia con este acuerdo. El impuesto tiene una vigencia de tres años y se aplicará en una horquilla del 1 al 7% según los intereses y comisiones obtenidos.
Este acuerdo se aprobó el jueves pasado en el Congreso, el día 21 de noviembre. Un tercer impuesto que ha concertado el PNV es el aplicado sobre el líquido para cigarrillos electrónicos. Si contiene menos de 15 miligramos de nicotina por mililitro de producto, se gravará con 0,15 euros por mililitro. Si la cantidad de nicotina es mayor, se gravará con 0,20 euros.
Ensanchar el autogobierno
Ubarretxena anunció que D’Anjou y Montero firmaron un preacuerdo para que estas tres figuras tributarias las “puedan concertar, regular y recaudar” las haciendas de la comunidad autónoma vasca. “Esto supone un paso más en el autogobierno económico y financiero”, puso en valor. La coletilla del “preacuerdo” no significa que aún no estén cerrados los detalles, sino que se refiere a que la Comisión Mixta del Concierto Económico lo tendrá que ratificar en una reunión que se producirá antes de que termine este año 2024. Pero ya no queda ningún cabo suelto sobre los contenidos.
Para evitar "males a futuro"
Este anuncio provocó cierto revuelo, y los medios de comunicación preguntaron a Ubarretxena por qué se ha alcanzado ese preacuerdo antes de la Comisión Mixta, y si responde a una condición impuesta por el PNV a Sánchez. La portavoz no fue más allá, y fuentes de Hacienda consultadas por este periódico recordaron que no es la primera vez que se alcanzan acuerdos antes de reunir el foro bilateral. El anterior consejero, Pedro Azpiazu, lo hizo varias veces con la senda de déficit y deuda, y los pactos se ratificaban después en la Comisión y entraban en vigor. Pero hasta ahí podían leer, y cualquier otra aclaración se la dejaron al PNV.
Fuentes del grupo de Esteban explicaron a este periódico que querían que fueran en paralelo la negociación política y la técnica, bajar ya a la letra pequeña, porque eran conscientes de que este impuesto era complejo e iban a surgir una serie de dificultades en la interconexión entre las haciendas forales y la del Estado. “El acuerdo tenía su complejidad técnica y, para evitar males a futuro, ambos gobiernos se han puesto ya de acuerdo”, aseguraron, para recordar que después habrá que modificar la Ley del Concierto.
Los gobiernos vasco y español mantienen la fluidez de las relaciones tras haber alcanzado recientemente un acuerdo para la ampliación de la capacidad fiscal vasca, la participación en el Ecofin y, este mismo miércoles, reunirán la Comisión Permanente del Transferencias.