El portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, ha mostrado la satisfacción de la institución por el anuncio del desmantelamiento de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), que ha definido como "un paso más en la hoja de ruta ya establecida", al tiempo que ha confiado en que se reactive la actividad económica de la zona.
Zupiria ha respondido de este modo en la comparecencia de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno a la autorización hecha pública ayer por parte del Ministerio para la Transición Ecológica del inicio del desmantelamiento de la central nuclear, que lleva parada desde 2012.
Los trabajos se prolongarán hasta 2033, con un presupuesto de 475 millones de euros y en el que se prevé que hasta 350 personas trabajen de forma simultánea.
Zupiria ha recordado que este desmantelamiento ha contado siempre con la adhesión de las instituciones de Euskadi y en concreto ha señalado que en su día el Parlamento Vasco ya se pronunció mayoritariamente a favor del cierre de esta central.
En ese pronunciamiento, según ha señalado, la Cámara también apostó por impulsar nuevas actividades económicas en los pueblos de alrededor, algunos de ellos ubicados en Araba, por lo que el portavoz ha confiado en que estas se planteen y se aprueben en los foros correspondientes.