El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha subrayado este viernes que el Gobierno Vasco "sigue confiando plenamente" en sus previsiones de crecimiento para 2023, un 2,1% sobre el PIB, ya que considera que "la situación del entorno mejora ligeramente y los indicadores reales de la economía vasca muestran una gran solidez", pero ha advertido de que, aunque es "razonable" subir los tipos de interés para ajustarlos al coste del capital, "se corre un grave riesgo de contraer la demanda y vernos abocados a una severa y larga recesión, si se suben de modo drástico, sostenido y en breve plazo de tiempo".
Azpiazu ha intervenido al inicio del pleno del Parlamento Vasco que este viernes debate las enmiendas de totalidad que los grupos de la oposición han presentado al proyecto de Presupuestos de Euskadi para 2023 presentado por el Ejecutivo vasco.
Respecto a las previsiones de crecimiento para 2023, un 2,1% sobre el PIB, el consejero ha destacado que están realizadas en "un entorno geopolítico muy turbulento y de gran incertidumbre" pero ha señalado que, "si la tónica generalizada hasta el verano era que las previsiones se estaban corrigiendo a la baja, en la actualidad algunas instituciones las están corrigiendo al alza".
Azpiazu ha señalado que, "a pesar de la incertidumbre y de las discrepancias, existe consenso en que 2024 será un año de cambio de tendencia" y especialmente en los mercados emergentes y las economías en desarrollo -con una media de crecimiento del 4,4%- y, en general, en la mayoría de los países, para los que se prevé que mejoren sus tasas de crecimiento.
"El Gobierno Vasco sigue confiando plenamente en sus previsiones. Es una realidad objetiva que la situación del entorno mejora ligeramente y los indicadores reales de nuestra economía muestran una gran solidez", ha subrayado.
No obstante, ha advertido de que "esto no es óbice para tener en cuenta que la realidad de la economía vasca en 2023 estará ligada a algunos factores en los que no tenemos capacidad de influencia y cuya evolución es altamente incierta".
Los precios bajarán a lo largo de los próximos meses
En lo que respecta al proceso inflacionario, ha explicado que los principales indicadores sugieren que "la inflación mundial desenfrenada de este año ha alcanzado su punto máximo y que, muy probablemente, el ritmo de crecimiento de los precios puede empezar a disminuir en los próximos meses".
"Como media, los metales han recuperado los niveles previos al inicio de la escalada inflacionista, mientras que los alimentos y la energía se encuentran en proceso de corrección. Una vez que la evolución de estos precios se traslade a los componentes de la cesta de la compra, tendremos un descenso notable de las tasas de inflación en los principales países, aunque bajar al objetivo del 2% requerirá todavía algún tiempo", ha indicado.
Para el consejero vasco, "no cabe duda de que la evolución de la inflación va en la buena dirección y que, si se mantiene la tendencia, es más que probable que a lo largo de 2023 se asista a una relajación de la agresiva política monetaria seguida tanto por parte de la Reserva Federal, como por el Banco Central Europeo".
Advertencia sobre la subida de los tipos de interés
Por ello, considera "razonable" subir los tipos de interés para "ajustarlos al coste del capital que, lógicamente, no es cero ni negativo", pero ha advertido de que "se corre un grave riesgo de contraer seriamente la demanda y de vernos abocados a una severa y larga recesión, si, como se está haciendo, se suben de modo drástico, sostenido y en breve plazo de tiempo".
"Mantenemos un optimismo realista basado en datos objetivos sobre la evolución del panorama económico internacional y vasco. Un escenario de recesión más drástica en Europa y en buena parte de los países del mundo nos llevaría a una situación más delicada en Euskadi, pero las amenazas nos cogen en buena forma, con empresas fuertes, creación de empleo, poco paro y unas instituciones públicas preparadas para atender las contingencias que se presenten", ha insistido.