El Gobierno vasco cree que el IMV es un "gran paso hacia la descentralización de la Seguridad Social"

Aunque Pedro Sánchez ha incorporado esa materia al calendario de negociación con Euskadi, más por presión vasca que por convicción propia, el Gobierno español siempre ha presentado la transferencia de la Seguridad Social a Euskadi como un camino inexpugnable, con un enorme cartel de prohibido el paso a su puerta. Pero el Ejecutivo vasco cree que el reciente acuerdo para que Euskadi gestione el pago del Ingreso Mínimo Vital, una prestación que depende también de la Seguridad Social, demuestra que "nada es intocable". Se ha abierto camino.

La consejera de Autogobierno, Olatz Garamendi, ha celebrado este martes el traspaso del IMV como un "avance" y un "gran paso hacia la descentralización" de la Seguridad Social. Se abre así la puerta a que en próximas negociaciones se pueda pactar el pago de las pensiones desde una ventanilla vasca, una materia contemplada en el último bloque del calendario para cumplir el Estatuto de Gernika. Se sienta un precedente que da fuerza al Gobierno de Urkullu en la negociación, y que también demuestra que se puede cerrar un acuerdo en ese terreno "sin romper nada", frente a las voces que demonizaban esta cuestión augurando la ruptura de la caja única.

Precisamente, la consejera ha destacado la relevancia que para su gabinete tiene este traspaso cuando se le ha preguntado por las críticas de EH Bildu, que cree que la RGI vasca será un mero complemento del IMV, porque la prestación estatal será la base y su cuantía será regulada desde Madrid.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Garamendi ha recordado el marco en el que se ha tenido que pactar este traspaso: al empeñarse el Gobierno español en que el IMV formara parte de la Seguridad Social y no de asistencia o políticas sociales, se ha tenido que seguir la disposición transitoria quinta del Estatuto de Gernika, que regula las materias de la Seguridad Social desde el criterio de la unidad de caja. Pero la buena noticia para Euskadi es que, quizás sin pretenderlo, Madrid termina así abriendo el melón del traspaso de la Seguridad Social. Hasta hace poco, el Estado ni siquiera aceptaba que Euskadi fuera una ventanilla y pagara las prestaciones.

LAS MATERIAS DE LA SEGURIDAD SOCIAL

Garamendi pone en valor que, aunque el traspaso llega con año y medio de retraso con respecto a lo pactado por el PNV con el Gobierno español, se ha conseguido que Lanbide sea quien tramite, reconozca y pague el IMV. Esto no siempre estuvo así de claro, porque el ministro José Luis Escrivá pretendió en un primer momento que la Seguridad Social se reservara el pago. Con este acuerdo, que será ratificado en una próxima Comisión Mixta de Transferencias, han quedado grabadas en piedra las condiciones básicas que deberán cumplir las siguientes materias: que sean traspasos integrales, sin fecha de caducidad y que se pacten con el sistema del Concierto Económico.

La consejera recordó también que no es la primera vez que Euskadi asume prestaciones no contributivas, porque las diputaciones ya gestionan las de jubilación e invalidez. Defendió que estos acuerdos van en beneficio de la atención social en una sola ventanilla, sin complicar el cobro a los ciudadanos.

"PUNTO DE INFLEXIÓN EN EL CALENDARIO"

Además, volvió a traer a colación que decidió ser proactiva y enviar tres propuestas sobre la gestión del litoral (para una gestión respetuosa con el desarrollo sostenible), servicios de meteorología (para ser la autoridad reconocida y gestionar la información de manera más eficaz) y fondo de protección a la cinematografía (para ayudar al sector vasco con criterios propios). Espera una respuesta "rápida" del Estado, y seguirá preparando propuestas nuevas para que "se salde la deuda con el Estatuto de Gernika 42 años después".