El Gobierno Vasco ha hecho entrega este sábado a las familias de los restos de cinco presos muertos en la prisión franquista de Orduña (Bizkaia), donde fallecieron un total de 225 personas entre 1937 y 1941, cuando fue campo de concentración y prisión.
Se trata de las primeras cinco víctimas mortales que han podido ser identificadas: Fructuoso LLorens Tolesano, Alfonso Tena Prieto, los hermanos Manuel y Salvador del Amo Jiménez, todos de Badajoz, y Alejandro Gómez Hidalgo, de Toledo, ha informado el Ejecutivo autónomo,
Entre los familiares participantes en el acto, ha estado Pedro del Amo, de 95 años, cuyo ADN se ha utilizado para identificar a su padre, Manuel del Amo.
Hasta el momento se han identificado cinco víctimas entre los 71 cuerpos recuperados en el cementerio. Todos ellos murieron en la cárcel franquista de Orduña entre 1937 y 1941.
Durante el acto, desarrollado en la localidad vizcaína, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa, ha afirmado que "la memoria, la dignidad de las víctimas y la justicia deben ser patrimonio de todos".
Según ha indicado, así lo demuestra la Ley de Memoria Histórica y Democrática del País Vasco, "una nueva y potente herramienta", que actualmente se encuentra en la fase final de tramitación del Parlamento, "una ley con amplio acuerdo político y social".
Melgosa ha afirmado que el Gobierno Vasco, a través del Instituto vasco de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos Gogora, seguirá trabajando en la búsqueda, exhumación e identificación de los desaparecidos de la Guerra Civil.
Por la cárcel de Orduña pasaron casi 4.000 hombres. Según los registros, 225 personas murieron en un período de 4 años (1937-1941). La mayoría de los fallecidos eran extremeños (127), y también destacan presos de Castilla-Mancha (41), Andalucía (28) o Cataluña (18).
En 2014 se exhumaron los cuerpos de 14 personas fallecidas en la prisión de Orduña y en diciembre de 2022 se recuperaron otros 57 cuerpos.
El Gobierno Vasco, a través de Gogora, intensificó la búsqueda de los familiares de los presos fallecidos en la prisión franquista para identificar los cuerpos de las 71 víctimas.
Con dicho fin, el Instituto Gogora está en contacto con más de 50 familias de los fallecidos en prisión y ya ha conseguido tomar distintas muestras de ADN.