El PP intenta deshojar una margarita en la que ya no quedan pétalos. Tras haber participado al igual que EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU en la tercera ronda del Gobierno vasco para abordar los Presupuestos de 2023, PP+C’s está estirando su protagonismo hasta el viernes, aunque todo apunta hacia la ruptura. Será el viernes cuando desvelará oficialmente si presenta una enmienda a la totalidad, que se sumaría a las que van a presentar los otros dos grupos.
Según tenía entendido el consejero Pedro Azpiazu (porque así se lo habían trasladado), este miércoles se iba a reunir el grupo parlamentario del PP+C’s y se iba a tomar una decisión. No obstante, el PP ha filtrado a algunos medios de comunicación que será oficial el viernes. Pero, más allá de mantener un altavoz mediático unas horas más, no parece que esta prórroga vaya a traer novedades porque en este momento no hay negociación. Ha sido constante el intento de este grupo de generar expectativas sobre un acercamiento que no es tal, a tenor de las diferencias con el Gobierno vasco, que no va a concederle la reforma fiscal inmediata que no ha otorgado a EH Bildu ni a Podemos-IU. PP+C’s sugiere que, si no hay acuerdo, se negocien las enmiendas parciales, algo que en ningún caso se va a producir estos días en el tiempo de descuento hasta el viernes y que parece un brindis al sol.
Azpiazu apuesta por ser "coherente" con Bildu y Podemos
Fuentes de la consejería de Hacienda consultadas por este periódico creen que ya está todo dicho. Solo tienen conocimiento de la convocatoria de la reunión de este miércoles en el grupo PP+C’s, y avisan de que no van a entrar en ningún “juego”. “Nosotros hemos puesto encima de la mesa una propuesta, que es la que es, respondiendo al papel que nos entregó este grupo. El martes también les dejamos claro que en fiscalidad no nos vamos a mover. Ellos nos dijeron que tenían una reunión y que hoy (este miércoles) iban a tomar la decisión sobre la enmienda a la totalidad. El Gobierno no va a negociar ninguna enmienda parcial antes de la tramitación del Presupuesto. Esta semana ya hemos dicho lo que teníamos que decir. No vamos a entrar en ningún juego de este tipo. Los grupos tienen clara nuestra postura, y vamos a ser coherentes con lo que hemos dicho”, zanjan. A última hora de este miércoles, la consejería aún no había recibido ninguna comunicación de PP+C's sobre la enmienda a la totalidad.
Tampoco parece que haya una base de contenidos sobre la que hablar, a tenor de la actitud sui generis de este grupo en la negociación presupuestaria, donde comenzó presentando una oferta que no tenía una cuantificación económica detrás, y ahora insiste como principal gancho en una rebaja de impuestos que no se le va a conceder. Su documento es el único que no se ha hecho público, y solo se conoce la contraoferta de Azpiazu, de 27 millones, la más baja de todas.
La utilización del acuerdo más allá de Euskadi
A todo esto se le añade la polvareda provocada por uno de los puntos de la oferta que se le hizo, el punto sobre la inversión para concertar aulas de niños de dos años de edad, una propuesta que el Gobierno vasco considera que va en sintonía con el pacto educativo y un decreto aprobado por el Consejo de Gobierno en junio. Aunque la medida no fuera nueva, Elkarrekin Podemos-IU, uno de los firmantes del pacto educativo, la utilizó la anunciar que no votará a favor de la futura Ley de Educación. Con esos mimbres, el acuerdo con el PP, además de ser innecesario porque el Gobierno vasco tiene mayoría absoluta y no necesita más votos, puede plantear un problema de relato y malinterpretarse. Tampoco se le escapa a nadie que el PP intenta utilizar este trámite para darle una relevancia que va más allá de lo estrictamente presupuestario, o incluso más allá de lo vasco, para proyectar que tiene un perfil conciliador y que Feijóo se puede reencontrar con el PNV para alcanzar La Moncloa. El propio PP parece estar cómodo en esta polémica y ha dicho públicamente que lo quieren expulsar de las Cuentas.
Por la parte socialista, el secretario general del PSE, Eneko Andueza, zanjó que el acuerdo con el PP “no va a ocurrir” por mucho que estiren el chicle. Lo argumentó en las diferencias ideológicas y en que la reflexión sobre la fiscalidad vendrá en enero, no antes.
El lehendakari mantiene los pactos de país
Si se confirmara que ningún partido pacta los Presupuestos, ningún grupo estaría recogiendo el guante que lanzó el lehendakari en el pleno de política general, donde presentó las Cuentas de 2023 y 2024 como “pacto de país”. Fuentes de Lehendakaritza matizan que ya intuían que iba a ser complicado en periodo preelectoral y que Iñigo Urkullu no se va a descolgar de la necesidad de esos pactos, tanto si salen, como si no. El más relevante de todos ellos es el educativo, que creen que saldrá adelante.