Tras el cierre mundial que provocó el coronavirus, que suspendió las agendas internacionales de todos los responsables políticos más allá de las videoconferencias, Lehendakaritza ha tratado de recuperar el tiempo perdido y retomar su presencia exterior, que ya comenzó a despuntar justo antes de la pandemia con su visita a la ciudad del Vaticano para presentar su propuesta de acogida Share, o su participación en un debate de la ONU en Nueva York. En estos tres años de legislatura, Urkullu no se ha limitado a mantener reuniones que cubran el expediente, sino que le han servido para tejer una potente red de aliados con la que reivindicar la puesta en marcha de una macrorregión atlántica, las conexiones del TAV con el Estado francés, que los territorios con competencias legislativas tengan voz en la Unión Europea, o bien para estrechar la cooperación energética y económica. La salida del Tour desde Bilbao ha amplificado los esfuerzos para colocar en el mapa la marca Euskadi Basque Country.
En esta legislatura, se ha presentado la nueva delegación del Gobierno vasco en París, y el lehendakari se ha reunido con los primeros ministros de Gales y Flandes, con los gobernadores japoneses de Mie y Fukushima y con el embajador del país; y con los embajadores de Reino Unido, Alemania y Francia, entre otros. Se ha multiplicado, y lo ha hecho también ayudado por las circunstancias, ya que ocupa la presidencia de turno de la comisión del arco atlántico. Lo ha llevado a liderar una ronda dentro del Estado y fuera de él con los presidentes de Galicia, Asturias y Cantabria (con foto conjunta en Ajuria Enea), con la Eurorregión presidida por el responsable de Nueva Aquitania… Su propósito era impulsar una macrorregión atlántica y el TAV. Ha liderado también la iniciativa Rleg que agrupa a los territorios con competencias legislativas que piden tener voz en Europa y que firmaron este año una declaración en Bilbao. Su Gobierno ha impulsado igualmente con Gales la declaración de Cardiff para exigir una macrorregión atlántica y no perder influencia en Europa a la hora de diseñar las conexiones energéticas y ferroviarias.
El refuerzo de la presencia exterior vendrá sobre todo este año de la mano de la Basque Week que se celebra en octubre en Japón y que contará con la participación de Urkullu. Han contribuido también la apertura de nuevas sedes económicas de Basque Trade and Investment en Estambul o Tokio, y la participación en un foro de regiones en Suecia sobre los fondos de cohesión. Estos esfuerzos los coordina la secretaria de área, Marian Elorza.
Sobre autogobierno, tras arrancar once transferencias al Gobierno de Sánchez, el proceso quedó bloqueado y la interinidad en el Estado no ayuda. El informe de balance se hace eco de cómo la consejería de Garamendi ha enviado ofertas, por ejemplo, para transferir la homologación de títulos universitarios.