El Gobierno vasco pide a Moncloa pactar con las Juntas la declaración de Gernika

Frente a la política de hechos consumados de Moncloa, el Gobierno vasco reclamó ayer martes diálogo y acuerdo, sobre todo en temas tan sensibles como la memoria histórica. Así lo expresó el portavoz de Lakua, Bingen Zupiria, tras la sucesión de tropiezos que ha protagonizado el Ejecutivo español, con la celebración el pasado 26 de abril del 86 aniversario del bombardeo de Gernika en el epicentro. El propio presidente español, Pedro Sánchez, anunció la víspera en el Senado la voluntad de su gabinete de declarar la villa como lugar de memoria. Esta intención fue corroborada por el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, el mismo día de los actos en Gernika-Lumo, lo que se confirmó al día siguiente con su publicación en el Boletín Oficial del Estado pero con un matiz crucial: Moncloa declaraba la Casa de Juntas de Gernika como lugar de memoria en recuerdo al ataque aéreo de 1937 en lugar de la villa en sí.

En imágenes: 86 aniversario del bombardeo de Gernika Oskar González

El enfado de la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui, fue monumental y calificó este paso de “pura propaganda y desconocimiento de la simbología y el significado de las Juntas Generales y el árbol que cobija”. Denunció a su vez haberse enterado de esta iniciativa por los medios de comunicación tras su aparición en el BOE, pese a que compartió espacio con el ministro Bolaños durante los actos del miércoles de la semana pasada. El propio secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López, llamó a Otadui el jueves para pedirle “disculpas” por las formas empleadas.

El Gobierno vasco comparte con la presidenta de las Juntas su “sorpresa” porque, “al día siguiente de la conmemoración del bombardeo, el BOE publicara una resolución respecto a la Casa de Juntas como lugar de memoria”. En la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno, Zupiria opinó que “cualquier decisión que afecta a un tema tan delicado y a más de una institución, debería haberse gestionado de otra manera”. “En cualquier caso, todavía estamos a tiempo de hacer las cosas como es debido y, si existe voluntad por parte del Gobierno en que así sea, no tiene más que llegar a un acuerdo con las Juntas Generales de Bizkaia y adoptar el acuerdo correspondiente”, apostilló.

Para que la declaración sea firme, las instituciones implicadas deberán presentar sus informes y alegaciones al expediente iniciado, en concreto las Juntas Generales de Bizkaia, el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora, el Ayuntamiento de Gernika-Lumo y la UPV/EHU. Zupiria dijo que le consta que ha habido alguna comunicación entre la Administración estatal y Otadui para determinar “los pasos que haya que dar de forma ordenada”. “La presidenta de las Juntas se ha encontrado con una situación que no conocía de antemano”, insistió, tras lo que expresó su “respeto institucional expreso y total” a las Juntas Generales de Bizkaia, “responsables del templete, del Árbol de Gernika y de todo lo que representan”.

Singular relevancia

La resolución publicada en el BOE está firmada por el director general de Memoria Democrática, Diego Blázquez Martín, y en la misma se justifica la elección de la Casa de Juntas de Gernika al amparo de la Ley de Memoria Democrática estatal porque “es deber inexcusable reconocer la singular relevancia en la historia democrática de España de la Casa de Juntas de Gernika-Lumo”.

Explica que la población civil de la villa sufrió hace 86 años el bombardeo “indiscriminado” de la Legión Cóndor alemana en apoyo “al militar insurgente” Francisco Franco en su intento de derrocar “al gobierno legítimo de la II República”.

El texto precisa que la declaración de un lugar de memoria supone la obligación para su titular de “garantizar su perdurabilidad, identificación, explicación y señalización adecuada”, así como “la adecuada difusión e interpretación de lo acaecido en el mismo”. Establece asimismo que “no altera el uso actual (uso institucional)” del espacio.