Lakua pide "perdón" a la familia de Fabio Moreno por años de silencio

Las palabras de Álex Moreno inundaron las mejillas de las decenas de personas que lo escuchaban. Más aún las de los erandioztarras presentes. Heladoras en el dolor, reconfortantes en el recuerdo y gratificantes como legado. "El odio te come, si seguimos odiando el camino recorrido se tirará a la basura". Álex es hermano de Fabio Moreno, niño que hoy hace tres décadas, un 7 de noviembre de 1991, ETA asesinó cuando tenía apenas 2 años. Su mellizo sufrió quemaduras en una pierna y una perforación en el tímpano cuando, en una curva de la calle Tartanga, explotó una bomba lapa en el coche de su padre Antonio, guardia civil destinado en La Salve, que resultó herido, y casado con una vasca, Arantza Asla. Algo se quebró para siempre.

En un acto de homenaje al pequeño que contó con representantes de Bildu, Álex puso las cosas en su sitio, trasladando su agradecimiento a las personas que ayer lo hicieron posible. "A ellas. No a instituciones ni partidos". Habló de "conciliación, memoria, odio y perdón". De la importancia de trasladar en las aulas una vivencia como la suya, de los encuentros restaurativos, de la apuesta para que las próximas generaciones vean que la violencia no ha generado "beneficios, sino víctimas y sufrimientos". De que "aquí nadie ha ganado y todos hemos sufrido". Porque no hay mejor herencia que la que permita "evitar que se vuelva a tropezar con la misma piedra", advirtiendo del daño que puede generar el odio. Que es "lícito" tenerlo pero mucho mejor poder "domarlo". E instó a que hay que "saber perdonar" pero cada uno "con sus límites". Porque el perdón puede limitarse a "un gesto" y no tiene por qué ser "doblar la rodilla". "Yo voy a perdonar, pero cuando hable con mis hijos les contaré mi versión. No perdonaré que las personas que mataron a mi hermano sabían que ese coche podía matar a cualquiera", describió Álex. "Ha habido muchas víctimas, nunca ha debido haber víctimas de uno u otro lado", afirmó con generosidad.

Una forma de ser que previamente le agradeció la consejera vasca de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, quien en nombre del Gobierno vasco pidió "perdón" a la familia de Fabio por esos años de "mirar a otro lado y haber tardado en alzar la voz". En su alegato abogó por recordar su figura para que haya "un futuro con memoria". "No sé si siempre hemos estado a la altura ni hemos sido lo suficientemente cercanos. Me temo que no", recalcó, recordando a todos los erandioztarras asesinados: Antonio Fernández, Josu Murueta, Martín Durán, Francisco Javier Martín, Emilio López, Miguel Ángel Saro, Emilio Fernández, Eugenio Gutiérrez, Carlos Arberas y Fabio Moreno.

"Víctimas todas de una violencia injusta, de la sinrazón de ETA, del terrorismo de extrema derecha y la violencia policial. No hay proyecto político que justifique una sola muerte, ni razón de Estado que justifique el uso ilegítimo de la violencia por parte de la policía. Y no se trata de equiparar, de compensar, ni de justificar. Se trata de denunciar toda violencia, toda vulneración de los derechos humanos", insistió. Artolazabal agradeció a la madre de Fabio haber demostrado que se "puede vivir sin odio". "Cada vez que transmitís vuestro testimonio en un centro de enseñanza construís una mejor convivencia", porque "reconstruir la convivencia y el reencuentro es posible".

un parque llevará su nombre 

La alcaldesa de Erandio, Aitziber Oliban, aludió a la soledad vivida por la familia, que no recibió "el calor y empatía que merecían". "Hacemos autocrítica", admitió. El municipio contará con un parque infantil que llevará el nombre de Fabio para tener así "presente su recuerdo". Entre otras autoridades, hasta allí se acercaron la directora de Derechos Humanos, Víctimas y Diversidad, Monika Hernando, y miembros de diversos partidos políticos.