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Sociedad

El Gobierno vasco pide que el veto nocturno se tome como una "prohibición a la excesiva interacción social"

Una operaria, durante la fabricación de mascarillas.
Una operaria, durante la fabricación de mascarillas.

"No es un capricho", enfatizó Josu Erkoreka. La decisión de acordonar durante las noches parques, playas y otros espacios públicos donde pueda haber aglomeraciones de personas es la única que, sin incomodar a la Justicia vasca, puede adoptar Lakua para tratar de contener la propagación del virus. Eso sí, las oportunidades impuestas por las autoridades políticas y sanitarias para frenar la circulación del SARS-CoV-2 se agotan. Solo queda confiar una vez más en la responsabilidad individual y colectiva, el sentido común y la solidaridad de la ciudadanía vasca que, vacunada o no, está inmersa en una quinta ola de covid-19.

Por si acaso, el propio lehendakari, Iñigo Urkullu, animó ayer jueves a la población a leer el contenido y el espíritu de esta nueva normativa como lo que es: "Una prohibición de la excesiva interacción social". No en vano, la relajación en la adopción de las medidas de salud pública está detrás del bestial estirón experimentado por todos los indicadores de la pandemia durante estas últimas semanas. Todo ello sin desdeñar los efectos de la fatiga pandémica en este tipo de situaciones de riesgo de transmisión, fundamentalmente entre la juventud.

El escenario actual, más propio del mes de enero con un millar de contagios, llevó al lehendakari a elevar el tono de sus palabras para valorar el último parte de pandemia: "Solamente se puede entender que tengamos que llegar a prohibiciones o a recomendaciones ante determinados comportamientos si es que no se cumplen las medidas". A su juicio, si las medidas de salud pública en vigor –mascarilla y distancia social– fueran respetadas probablemente no sería necesario recurrir a otras líneas de actuación para hacerlas cumplir. "Esto es lo importante, porque si no cumplimos, hemos de adoptar medidas que pueden ser coercitivas, como una prohibición, o recomendaciones en función de la cobertura legal y del ámbito competencial que nos corresponda en la Administración vasca", remató Urkullu.

"Implicación"

Se refería al nuevo decreto que, según el vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, "es una medida ambiciosa y necesaria" que obligará a reforzar la coordinación policial y requerirá de "una intensa implicación del conjunto de la sociedad y de las instituciones. El conjunto de la sociedad, que sea consciente de que esto no es un capricho de los poderes públicos sino que son medidas que pretenden evitar otras que pretenden evitar otras más problemáticas desde el punto de vista jurídico y más difíciles de sacar adelante en una comunidad como la nuestra, con un Tribunal Superior tan restrictivo por lo que respecta a la admisibilidad de este tipo de medidas restrictivas de algunos derechos", expresó Erkoreka.

Zonas de ocio

Garantizar el cumplimiento

Titularidad. Gran parte de los espacios públicos a los que se limita el acceso en horas nocturnas son de titularidad municipal: parques, jardines, lugares de ocio compartido. Por ello, "los municipios, necesariamente tienen que tener una implicación directa en garantizar el cumplimiento de los objetivos de la norma".

Policía. En caso de que el municipio no tenga policía local, "lógicamente, los espacios públicos no pueden quedar libres y abiertos. Habría que acordonarlos, rodearlos y determinar, de alguna manera, la prohibición de acceso y uso de los mismos", zanjó Erkoreka.

2021-07-17T04:18:01+02:00
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